La cuenta regresiva para el traspaso de mando en la Argentina se acorta. Este lunes 18 los mercados de monedas, acciones, bonos y granos locales permanecerán cerrados por la celebración del “Día de la Soberanía Nacional”.
Quedarán pendientes 15 jornadas financieras hasta la asunción presidencial de Alberto Fernández. Con un gobierno de Mauricio Macri en retirada y ante un inminente cambio de políticas son escasos los movimientos que pueden ejecutar los inversores, desprovistos de definiciones concretas sobre las medidas y regulaciones que se sucederán en apenas un par de semanas.
Con un sector público sobre endeudado y con alto déficit, la economía argentina no llegó a resistir cuatro años sin controles de cambio
La renegociación de la deuda y la vigencia de los controles de cambio serán concluyentes para los negocios y las valuaciones de los activos. Sin ese panorama claro, fue previsible el escaso movimiento semanal que experimentaron acciones, bonos y el dólar.
Dicho esto, la espera y la supuesta “calma que precede a la tormenta” no son saludables. Las acciones y los títulos públicos argentinas volvieron a “testear” un piso de cotizaciones en dólares no visto en una década.
El panel líder S&P Merval de ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), en torno a los 32.000 puntos, suma en 2019 una ganancia testimonial de 5% en pesos, pulverizada frente a una inflación que traspasó la barrera del 40% en los primeros diez meses del año.
Pero si se mide el desempeño promedio de las acciones argentinas en dólares, el declive de 2019 alcanza el 48 por ciento. Los 417 puntos del Merval en dólares –según el “contado con liquidación”– demarcan un mínimo desde el 14 de julio de 2009, cuando los coletazos de la crisis financiera internacional y una gravosa sequía motivaron aquel año una caída del PBI del 5,9 por ciento.
“El cepo hard sigue siendo eficiente en el corto plazo. Llevando a tranquilidad en el tipo de cambio oficial, tasas nominales decrecientes -que también serían negativas en términos reales-, brechas levemente decrecientes, aunado a compras crecientes de divisas del BCRA y que anticipan mayores reservas a entregar al próximo gobierno”, sintetizó un informe de Portfolio Personal Inversiones.
“La elevada incertidumbre prevalece entre los inversores, y por ello es la creciente volatilidad y sensibilidad ante las expectativas políticas y económicas, ya que aún deben esperar para conocer el futuro plan económico así como el inicio de la reestructuración de deuda, la cual se considera urgente en vista a los importantes vencimientos a corto plazo”, comentó el economista Gustavo Ber.
En una plaza cambiaria con restricciones rigurosas el Banco Central es un actor excluyente que aspira el sobrante de divisas y suma reservas ante una demanda estrangulada. La entidad monetaria lleva adquiridos unos USD 1.400 millones por sus intervenciones en el segmento de contado a partir del 28 de octubre.
El dólar mayorista quedó fijo cerca de los 60 pesos, mientras que al público sigue próximo a los 63 pesos para la venta, prácticamente los precios que convalidó la operatoria cambiaria inmediatamente después de confirmada la amplia derrota de Mauricio Macri en las elecciones primarias y antes de los controles que se reanudaron el 1° de septiembre.
El bienio 2018-2019 será inolvidable para los traders de los mercados locales: un período de castigo permanente, en el que el peso y los títulos públicos argentinos perdieron dos terceras partes de su valor, mientras que en promedio las acciones del Merval recortaron un 74% de sus precios en dólares.
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