“El Pirata de Culiacán” comenzó su carrera en las redes sociales inconsciente. El mundo viral lo adoptó el día en que unos supuestos amigos lo filmaron rompiéndose la frente contra el piso. El estado de embriaguez le impidió utilizar sus manos para amortiguar el golpe.
Hasta ese momento todavía se llamaba Juan Luis Lagunas Rosales. Un joven bajito de escasos recursos que se había desplazado a la cuna del narcotráfico mexicano, Culiacán, Sinaloa, para buscar una vida mejor. Y se encontró de golpe con dólares, pistolas de oro, silicona y muchos cilindros.
Comprendió, desde aquel fulminante desmayo que podía conseguir una vida mejor con el papel del joven borracho: bebía y le aplaudían. Pero ni siquiera le sacó el suficiente partido a aquella inesperada fama que le había dado el show de bufón.
Aunque al Pirata lo han llamado “youtuber” no tenía ningún canal en la plataforma, mucho menos una cuenta verificada en la red social. Cualquiera que se lo encontrara de fiesta podía grabarlo, publicar el video en su cuenta y ganar miles de reproducciones. Pero de todo esto, Lagunas no poseía nada.
Tampoco fue consciente el día en que lo filmaron insultando al narco más buscado en México, Nemesio Oseguera, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
“Así no más quedó”
El bar Menta2 Cantaros en Zapopan, Jalisco, fue el último lugar en el que el “Pirata de Culiacán” fue visto con vida.
El brutal asesinato conmocionó a la sociedad acostumbrada a a reír con cada capitulo de aquel joven ebrio y con sobrepeso, que pronunciaba frases como “Así no más quedó”.
Un informe de la Fiscalía estatala explicó que alrededor de las 23:00 horas del del 18 de diciembre de 2017, en un local de música norteña, unos hombres armados irrumpieron a balazos y se enfrentaron directamente con “El Pirata», pero en su camino se llevaron por delante la vida de un empleado de 25 años que estuvo agonizando hasta fallecer.
Unos días después de su muerte muchos se preguntaron ¿Quién mató al Pirata? En un país donde la mayoría de los delitos no se denuncia, es poco probable que alguien se atreviera a señalar a los culpables.
En este caso destinado al carpetazo institucional se dijo que Oseguera Cervantes, líder del grupo criminal más sanginario de México, y exlugarteniente de Joaquín “El Chapo” Guzmán, podría haber sido el presunto responsable.
“El Mencho a mí me pela la verga», pronunció en una frase de la que pocos pueden presumir de haber salido airosos.
Desde entonces, Lagunas se convirtió en espejo de la narcocultura mexicana. “La muerte era solo un peaje. Aunque mi estancia fue corta en esta vida, Muchos me recordarán”, reza un narcocorrido en honor al Pirata.
Aunque ahora varios lo recuerdan, el cadáver de Juan Luis Lagunas Rosales esperó más de 24 horas sobre la fría mesa del forense solo. Nadie había reclamado su cuerpo hasta tres días después de su muerte el 18 de diciembre de 2017.
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