CARACAS/BOGOTÁ, 19 ene (Reuters) – El líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, salió el domingo de su país desafiando la prohibición del gobierno de Nicolás Maduro y llegó a Colombia en donde se reunirá el lunes con el secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en una conferencia regional contra el terrorismo.
«Esperamos que él (Guaidó) esté allí (…) esperamos que se una a nosotros y espero tener una reunión con él», dijo Pompeo a periodistas en un vuelo desde Berlín, donde asistió a una cumbre internacional sobre seguridad en Libia.
El líder de la oposición de Venezuela sostuvo un encuentro privado el domingo en la noche con el presidente de Colombia, Iván Duque, en las horas previas a una Cumbre Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo que se realizará en Bogotá.
El mandatario colombiano dijo que la reunión fue productiva y en la misma compartieron los avances en atención a los migrantes venezolanos radicados en Colombia y resaltaron la importancia de restablecer la democracia en nación petrolera.
Colombia se convirtió en el principal destino de miles de venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social en la que sufren escasez generalizada de alimentos y de medicinas. En la actualidad más de 1,6 millones de venezolanos se encuentran en territorio colombiano.
Guaidó no salía de Venezuela desde febrero pasado, cuando desafió la prohibición de viajar impuesta por el Tribunal Supremo de Justicia y fue a la vecina Colombia para organizar un esfuerzo respaldado por Estados Unidos para transportar cargamentos de alimentos y medicinas a través de la frontera, que fueron bloqueados por tropas leales al presidente Maduro.
El líder opositor venezolano agradeció en su cuenta de Twitter al presidente Duque por «su apoyo a la lucha del pueblo venezolano».
Estados Unidos, junto con otras 50 naciones, reconoce a Guaidó como el jefe legítimo de Estado de Venezuela desde enero de 2019 cuando invocó la Constitución como jefe del Congreso y declaró a Maduro un usurpador.
Pero un año después Maduro continúa en el poder a pesar de una campaña de Estados Unidos para cortar las fuentes de financiamiento de su gobierno mediante la imposición de sanciones al vital sector petrolero de Venezuela, y a los intentos de Guaidó de alentar a los militares a rebelarse.
A comienzos de este mes el Gobierno de Maduro forzó una votación para imponer una nueva directiva en el Congreso de Venezuela después que militares armados impidieron que los opositores ingresaran al edificio del legislativo.
El oficialismo designó como jefe del Congreso a Luis Parra, un diputado expulsado de un partido de la oposición a fines del 2019 por denuncias de corrupción. Pero Guaidó logró ser reelegido ese mismo día por 100 votos, de 167 posibles, emitidos individualmente y en voz alta por cada legislador, en una sesión pública realizada en otro lugar de Caracas.
En ese momento, Pompeo felicitó a Guaidó por su reelección y condenó los esfuerzos fallidos de Maduro para negar la voluntad de la Asamblea Nacional elegida democráticamente.
Maduro acusa a Guaidó de ser un títere de Estados Unidos que busca sacarlo de poder a través de un golpe de estado. En una entrevista publicada el sábado por el Washington Post, Maduro dijo que la administración Trump subestimó su poder de permanencia y que «no le importaban» las sanciones.
(Reporte de Deisy Buitrago y Angus Berwick. Reporte adicional de Corina Pons, Mayela Armas, Vivian Sequera y Humeyra Pamuk. Editado por Luis Jaime Acosta)