Por Minwoo Park
SEÚL, 14 feb (Reuters) – Con los lentes de realidad virtual puestos, Jang Ji-sung estalla en lágrimas cuando su hija de 7 años, Na-yeon, aparece detrás de unas maderas apiladas en un parque del barrio, en el lugar donde solía jugar hasta que murió hace tres años por enfermedades relacionadas con la sangre.
«Mamá, ¿dónde has estado? ¿Has pensando en mí?» dice Na-yeon, incitando a la respuesta quebrada de su madre: «Siempre».
Jang trata de acercarse para tocarla, pero sólo puede ver como sus manos atraviesan la figura virtual que lleva el vestido violeta favorito de su hija y un bolso rosa con Elsa y Anna, las hermanas de la película de animación musical «Frozen».
«Quiero tocarte sólo una vez», dice Jang, con la voz y las manos temblorosas. «Te he echado mucho de menos».
La emotiva reunión, emitida la semana pasada en un documental de la cadena de televisión surcoreana MBC, fue posible gracias a la tecnología de realidad virtual (RV) que incorporó a la fallecida hija, Na-yeon, como un avatar digital modelado a partir de un niño actor y utilizando fotos y recuerdos de su madre.
El documental, titulado «Meeting You», llamó la atención de muchos surcoreanos y puso de relieve que esta tecnología cada vez llega más allá de los videojuegos.
«La gente a menudo piensa que la tecnología es algo frío. Decidimos participar para comprobar si la tecnología puede reconfortar y calentar el corazón cuando se utiliza para las personas», dijo Lee Hyun-suk, director de los estudios VIVE de Seúl, quien lideró el proyecto.
Kim Jong-woo, quien produjo el documental, dijo que se centró en «recordar» a Na-yeon en lugar de recrearla, para que Jang y su familia se sintieran como si su hija hubiera seguido viva.
Para Jang, su último deseo era decirle a su hija que la amaba y que nunca la ha olvidado.
«Es desgarrador que su tiempo se haya detenido a la edad de 7 años», dijo Jang, con una leve sonrisa. «Pero me hizo tan feliz verla de esa manera».
(Información de Minwoo Park y Dogyun Kim; escrito por Hyonhee Shin; Traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)