Por Abraham Gonzalez
CIUDAD DE MÉXICO, 11 mar (Reuters) – Golpeado por la conmoción financiera global desatada por el coronavirus y la estrepitosa caída en los precios del petróleo, el peso mexicano se desplomó hasta un 12% en las últimas tres semanas, evaporando la estabilidad que le había brindado el carry trade.
Pero esa lucrativa práctica, que se basa en el amplio diferencial de tasas entre México y otros países, podría estar llegando a su fin si persiste la volatilidad que resta certidumbre y disminuye el incentivo para que los inversores la sigan usando, dejando vulnerable al peso.
«Típicamente, las monedas que tienen una mayor depreciación cuando hay choques de volatilidad son las que previamente se vieron más beneficiadas con una estrategia de carry», dijo Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.
«El carry trade es una estrategia de baja volatilidad. Necesita bastante estabilidad para que sea una estrategia ganadora», agregó.
Antes de la racha perdedora, el peso navegó a contracorriente del resto de las monedas de países emergentes y tocó su mejor nivel en 18 meses, sacando provecho de inversionistas tomando más deuda mexicana e incluso apostando con derivados a una apreciación de la moneda local.
Pero la ola global de aversión al riesgo a raíz del coronavirus provocó una venta masiva de pesos por parte de especuladores para cubrir las pérdidas de un número récord de esos instrumentos. [nL1N2AZ2FX]
En medio del vendaval, el peso seguía debilitándose el miércoles y cotizaba alrededor de 21.225 por dólar, con una caída cercana al 2%.
La tenencia de deuda gubernamental mexicana en manos de inversores extranjeros era de poco más de 2.17 billones de pesos (102,000 millones de dólares) hasta la semana pasada, todavía cercana a niveles récord, pero esa cifra podría bajar en los próximos días, según expertos.
«El posicionamiento de la renta fija en México es grande, y parte de esto puede ser un esfuerzo para cubrir la exposición cambiaria en esas tenencias», dijo Sacha Tihanyi, estratega de mercados emergentes de TD Securities, en referencia a la venta de posiciones en pesos.
El panorama sobre la tasa de interés de México todavía es incierto. Hasta la semana pasada, analistas anticipaban una reducción adicional de hasta 50 puntos base a la tasa objetivo, pero una mayor inflación y el desplome del peso nubló las perspectivas.
Las previsiones van desde dejar la tasa en un 7% hasta reducirla a 6.25%, lo que dejaría a México con un «spread» de entre 525 y 600 puntos base frente a la tasa de referencia de Estados Unidos.
En un esfuerzo por contener la depreciación del peso, la Comisión de Cambios de México, integrada por Hacienda y el banco central, aumentó el lunes el monto de un programa de subastas de coberturas cambiarias vigente desde 2017. [nL1N2B24MS]
«Si el tipo de cambio se ordena con esto, la bajada de Banxico en marzo 26 dependerá más de acuerdo a lo que haga la Reserva Federal de Estados Unidos la próxima semana», dijo Gabriel Lozano, economista en jefe para México de JPMorgan.
(1 dólar = 21.225 pesos mexicanos)
(Reporte de Abraham González, editada por Ana Isabel Martínez)