Desde hace varias semanas, vecinos de la Ciudad de México denunciaron a través de redes sociales que varios centros nocturnos operan con normalidad, incluso hasta la madrugada, a pesar de que las autoridades sólo avalaron su reapertura si daban servicio como “restaurantes”; es decir, “con aforo limitado, sana distancia, venta de bebidas alcohólicas si consumían alimentos y un horario prudente
De acuerdo a cifras oficiales, la capital del país es una de las entidades que más está registrando un repunte de casos de contagio y hospitalización por coronavirus (COVID-19), lo que ha provocado que el semáforo Epidemiológico haya pasado de naranja (alto riesgo) a naranja “con alerta”.
Por ello, la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, anunció diversas restricciones para los próximos días, entre ellas la suspensión del programa “Reabre”, el cual permitía a los centros nocturnos mitigar las pérdidas económicas vendiendo comida.
El descontento de los empresarios del sector no se hizo esperar, incluso asegurando que se trata más de “un castigo” que una medida sanitaria.
Y es que para Helking Aguilar, presidente de la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (AMBDIC), el aumento de casos positivos en la Ciudad de México dependen de la disciplina de la ciudadanía y no de los antros y bares que abrieron operaciones como “restaurantes”.
En entrevista para el portal Forbes México, el representante empresarial insistió en que ellos cuentan con una propuesta de protocolo sanitario con el cual podrían abrir, además que tienen el personal suficiente para asegurarse de que los clientes lo cumplan.
En ese sentido, refirió que en el transporte público no hay control de aforo o vigilancia sobre el cumplimiento de las medidas sanitarias, al igual que en las manifestaciones o concentraciones religiosas que son constantes en la urbe, por lo que consideró se trata de un tema de disciplina de la población.
Según Aguilar, su sector está consciente del repunte de casos, pero subrayó que “el piso no es parejo para todos los negocios”, pues pareciera que estas medidas son “un castigo” para los bares y antros de la capital.
Incluso, señaló que solo el 3% de los negocios utilizaron el programa “Reabre”, debido a que no fue un programa atractivo y funcional para la industria, debido a que después de ocho meses de cierre resultaba difícil invertir en infraestructura para vender platillos que compitieran con los restaurantes.
Advirtió que al día de hoy, poco más del 30% de las unidades económicas de este giro ya cerraron sus puertas para siempre, lo cual se podría incrementar al 70% si las condiciones no cambian para fin de año.
Agregó que a nivel nacional, esta industria emplea 560 mil personas, pero en la CDMX son 120 mil los empleados, de los cuales el 35% ya perdió su puesto de trabajo.
Ante este panorama, el presidente de AMBDIC no descartó que algunos empleados como meseros, DJ’s, bartenders y organizadores de espectáculos estén dispuestos a realizar manifestaciones o mítines.
Sin embargo, reveló que en los próximos días se reunirá los líderes de la industria con el fin de “mitigar y detener” dicha reacción de la fuerza laboral, así como para presentar una lista de acciones que darán a conocer la siguiente semana.
“Esa no es la idea, es ser responsables de la situación, de no sacar a la gente en concentraciones, mejor acciones mediáticas y en redes sociales”, acotó.
Finalmente, dijo que tras ocho meses sin operar, su gremio está dispuesto al diálogo, e incluso a buscado al gobierno de la CDMX, aunque dijo que no ha tenido respuestas en el corto plazo, puesto que la cita la obtuvieron para finales de este mes.
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