Managua, 7 dic (EFE).- Nicaragua celebró este lunes la tradicional fiesta religiosa popular «La Gritería» en honor a la Inmaculada Concepción de María, en la mayoría de los casos con precaución por la pandemia de la covid-19.
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes dio por iniciada «La Gritería», en la que participan decenas de miles de nicaragüenses, esta vez desde su hogar y no desde la Catedral Metropolitana de Managua, donde se acostumbra habitualmente.
En su hogar, donde colocó un altar con una réplica de la Virgen María, y a través del canal católico, el cardenal Brenes, también arzobispo de Managua, gritó «¿Quién causa tanta alegría?», a lo que los feligreses respondieron: «La Concepción de María».
El jerarca explicó que ese «gran momento de gozo, alegría y oración» se celebrará este año «desde nuestros hogares ante la situación de la pandemia. Por eso hoy, desde mi hogar, damos este fabuloso grito (¿Quién causa tanta alegría?) en el cual se identifica nuestra madre (Inmaculada Concepción de María) con cada uno de nosotros».
Destacó que «La Gritería» es una festividad religiosa popular que celebran los católicos nicaragüenses, «únicos en el mundo».
NACIÓ TRAS GUERRA NACIONAL
«La Gritería», una fiesta religiosa y folclórica que se celebra en los 153 municipios de Nicaragua y en los lugares donde la colonia nicaragüense es importante, como Costa Rica y Estados Unidos, nació el 7 de diciembre de 1857, recién finalizada la Guerra Nacional, cuando fueron expulsados los filibusteros estadounidenses.
Ese día, frente a la plaza de la parroquia San Felipe, en el municipio de León, 90 kilómetros al noroeste de Managua, el sacerdote Gordiano Carranza, acompañado de una imagen de la Virgen María y ante cientos de fieles marianos lanzó el grito de: «¿Quién causa tanta alegría?», a lo que respondió: «La Concepción de María», de acuerdo con historiadores.
Después de 163 años, el grito del sacerdote Carranza es coreado por miles de nicaragüenses que abarrotan las calles.
La actividad se celebra la noche del 7 de diciembre y consiste en recorrer las calles y visitar altares en honor a la Virgen, con cánticos y rezos a la vez que se grita «¿Quién causa tanta alegría?», a lo que se responde: «La Concepción de María».
A cambio de rezar y cantar, los feligreses reciben dulces, frutas, trozos de caña de azúcar y en algunos casos pequeñas bolsas con arroz, fríjoles, azúcar y otros tipo de regalos en medio de la quema de abundante pólvora.
MASCARILLAS Y ALCOHOL
Los protagonistas de las romerías van dotados de novenarios para cantar a la Virgen, incluso a veces amenizados por bandas filarmónicas, y también llevan bolsas para llenarlas con los obsequios que reciben.
Este año ha sobresalido el uso de mascarillas entre los creyentes católicos, el distanciamiento social y la aplicación de alcohol en las manos ante la pandemia de la covid-19.
El Gobierno de Nicaragua saludó la celebración de esa festividad religiosa popular.
«Hoy en la fiesta nicaragüense de «La Gritería» pidámosle a la Virgen María, icono sublime del amor de Dios que ha vencido al pecado, que nos ayude con su amor maternal a reconstruir nuestra sociedad como una gran familia en la que sepamos vivir como hermanos y hermanas», abogó el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
Por su lado, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia pidió por la liberación de los denominados «presos políticos».
Un 58 % de los 6,5 millones de habitantes de Nicaragua profesan la fe católica, según datos oficiales.