Moscú, 21 dic (EFE).- El presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió hoy que la pandemia del coronavirus ha provocado en 2020 el estallido de nuevos conflictos, reavivado los antiguos y acentuado las tensiones en varias regiones del mundo desde el Cáucaso a Oriente Medio y África.
«Parecería que este es el momento de exigir de los líderes mundiales, de toda la comunidad internacional, la máxima responsabilidad (…). Lamentablemente, no siempre ha sido así», dijo Putin al presidir la reunión de fin de año de la plana mayor de las Fuerzas Armadas.
Putin, que tuvo que intervenir en noviembre para frenar los combates entre armenios y azerbaiyanos en la región de Nagorno Karabaj y acusó a Occidente de instigar en agosto las protestas antigubernamentales en Bielorrusia, denunció el surgimiento de «nuevos» conflictos regionales, el agravamiento de «antiguos» y acciones encaminadas a «minar la estabilidad global».
«Vemos que la situación político-militar en el mundo sigue siendo complicada y existen riesgos de agudización en el Cáucaso, Oriente Medio, África y otras regiones del mundo», comentó.
Además, recordó que la OTAN no ha dejado de incrementar su «actividad militar» cerca de las fronteras rusas y también aludió a la «degradación» del sistema de control de armamento.
Y, al respecto, recordó que Estados Unidos abandonó por motivos «inventados» en 2002 el tratado antimisiles y que desde entonces Washington denunció también otros documentos internacionales como el de eliminación de misiles nucleares de corto y medio alcance (INF) en 2019 o el de Cielos Abiertos en 2020.
«No hay certidumbre en relación con el tratado de armamento ofensivo estratégico (Nuevo START), cuyo plazo de vigencia, como es bien sabido, expira en febrero de 2021. Hemos expresado en varias ocasiones nuestra disposición a prorrogar ese acuerdo. No hay respuesta», afirmó sobre el último documento de desarme existente entre ambas potencias nucleares.
Putin resaltó que la política de defensa rusa tiene un «carácter defensivo» y subrayó que Moscú no tiene intención de desplegar misiles de corto y medio alcance en la parte europea del país.
«Pero hay que estar listos para reaccionar al despliegue por parte de los países occidentales de armamento análogo cerca de nuestras fronteras. En caso de forzosa necesidad, se deberán tomar medidas de respuesta, por cierto, en el menor plazo posible», agregó.
Destacó que, en el marco del programa de rearme, Rusia ha logrado que el 70 % del armamento del Ejército y el 86 % del arsenal estratégico sea moderno, con especial hincapié en el armamento hipersónico.
Pero insistió en que Rusia no puede regocijarse en lo logrado y aseguró que este año se elaboró un plan de defensa para los próximos cinco años.
«Lo primero es mantener una alta preparación de las fuerzas nucleares, de todos los elementos de la triada nuclear (misiles intercontinentales, aviación estratégica y submarinos atómicos). Eso es clave para garantizar la seguridad de nuestro país y mantener la paridad estratégica en el mundo», aseguró.