La policía detuvo el domingo a más de 4.000 personas en Rusia en el comienzo de una nueva jornada de manifestaciones para exigir la liberación del líder opositor Alexei Navalny, según un recuento de la ONG OVD-Info.
Según esta organización especializada en el seguimiento de manifestaciones, el mayor número de arrestos se produjo en Moscú (1.167), San Petersburgo (862), Krasnoyarsk en Siberia (194) y Nizhni Nóvgorod (138), en el balance actualizado a las 15.30 GMT, que suma 4.027 detenciones, entre los cuales está la esposa del activista, Yulia Navalnaya, quien también fue intervenida por unas horas la semana pasada.
Las fuerzas de seguridad han bloqueado el acceso al centro de varios centros urbanos para impedir que los manifestantes se congreguen en estas marchas no autorizadas. Además, varios de los organizadores han sido detenidos cuando salían de sus domicilios y ni siquiera habían llegado al punto de concentración.
Moscú y San Petersburgo, ya acordonadas por las fuerzas del orden, iniciaron los actos a las 9 GMT. Las estaciones del metro de la capital también fueron cerradas, en una medida poco frecuente en la ciudad.
En la antigua capital imperial se han cerrado todos los accesos a la Avenida Nevski y en Moscú las fuerzas de seguridad levantaron ya anoche vallas en un perímetro en torno a la plaza de Lubianka, donde se encuentra la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y donde el equipo de Navalny ha convocado la protesta. Las autoridades han recomendado a los comercios y restaurantes del centro que cierren sus negocios durante el día.
El pasado día 23, durante las primeras protestas solidarias en todo el país fueron detenidas más de 4.000 personas.
En la ciudad siberiana de Tomsk, donde Navalny fue envenenado en agosto pasado, los manifestantes desplegaron una pancarta con el lema “Rusia será libre”. También en Omsk, donde estuvo hospitalizado el líder opositor hasta ser trasladado a Alemania a petición de su familia, hubo unas mil personas que salieron a la calle. En Jabárovsk, capital de la región homónima en el Lejano Oriente ruso, los ciudadanos desafiaron una temperatura de 23 grados bajo cero para sumarse a las manifestaciones en todo el país.
Las fuerzas de seguridad bloquearon todos los accesos al punto de reunión en Vladivostok, y los manifestantes acabaron empujados por la policía sobre el hielo de la bahía Amur. Allí formaron un círculo y bailaron al ritmo de gritos como “Putin es un ladrón”. Ese lema se repitió en otras ciudades, como en Novosibirsk, donde además se escucharon demandas como “libertad a los presos políticos”, según imágenes difundidas por el canal en YouTube del Fondo de Lucha contra la Corrupción de Navalny.
De acuerdo con el diario siberiano Taiga.info, hasta 6.000 personas participan en la marcha, mientras que el equipo local del líder opositor cifra la asistencia en unos 10.000 ciudadanos.
También hubo protestas en Krasnoyarsk y en Irkutk, donde la gente gritaba “Putin a la prisión” y “Rusia será libre”, según este medio.
Poco a poco se van sumando otras ciudades rusas a las manifestaciones, como Yekaterimburgo, la capital de los Urales, donde se escucha “Suéltalo” en referencia al encarcelamiento de Navalny y la canción “Cambios”, del rockero soviético Víktor Tsoi, devenida en himno de la rebeldía postsoviética.
Las protestas de este domingo se producen después de las multitudinarias marchas solidarias que se celebraron el pasado día 23, en las que participaron unas 110.000 personas y pocos días después de que un tribunal ordenara mantener a Navalny hasta el 15 de febrero en prisión preventiva por un caso antiguo de 2014.
El líder opositor es acusado de haber violado las condiciones de su libertad condicional de una pena de prisión suspendida de 3,5 años cuando estaba en Alemania recuperándose del envenenamiento que sufrió en 2020 y del que culpa al presidente ruso, Vladímir Putin.
Las protestas ya no solo giran en torno a Navalny, sino que también son una expresión del descontento con la corrupción en el país, después de que el opositor publicara una investigación sobre un supuesto palacio que recibió Putin de amigos y empresarios en lo que el activista describe como “el mayor soborno de la historia”. El vídeo de la investigación ha obtenido ya más de 104 millones de vistas.
(Con información de AFP y EFE)
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