Buenos Aires, 21 feb (EFE).- El presidente de Argentina, Alberto Fernández, criticó este domingo que se haya montado un «escenario mediático de escarnio público» después de que el pasado viernes se conociera que varias figuras cercanas al poder tuvieron un acceso privilegiado a la vacunación contra la covid-19, lo que costó a Ginés González García su cargo de ministro de Salud.
En la red social Twitter, el presidente reconoció que «es público y notorio» que ha tenido que tomar una decisión ante un «hecho reprochable», en referencia a su petición de renuncia al ministro.
«Lo sucedido en el Ministerio de Salud fue un hecho que aunque excepcional no puede avalarse», afirmó.
«Ello es así aun cuando los vacunados estaban en condiciones objetivas (por la edad o las condiciones físicas) de recibirlas», agregó.
SIN RESPETAR EL PROTOCOLO
El escándalo estalló el viernes, cuando el periodista Horacio Vertvisky, de 79 años, dijo en una radio que se vacunó en la sede del Ministerio de Salud, y no en un hospital, gracias a su amistad con González García.
Tras conocerse este caso, a través de la prensa trascendieron otros más, entre ellos de políticos, sindicalistas y empresarios que fueron vacunados sin respetar el protocolo que se sigue para la población en general.
Esto se da en un contexto en el que el país está vacunando a la población a una velocidad menor a la prevista inicialmente, ya que hasta el momento se recibieron menos dosis que las que se acordó para enero y febrero según el contrato de compra de la Sputnik-V firmado con Rusia.
Fue el jueves pasado cuando la provincia de Buenos Aires empezó a vacunar a adultos mayores, con turno que se ha de gestionar por internet, después de mes y medio en el que la vacunación se centró solo en el personal sanitario.
LAS CRÍTICAS DEL PRESIDENTE
Tras la fuerte controversia política desatada durante todo el fin de semana, y apenas 24 horas después de que tomara juramento a Carla Vizzotti, hasta ahora secretaria de Acceso a la Salud, como nueva ministra del ramo, Fernández se mostró crítico a través de las redes sociales.
«No puedo dejar de observar que sobre esas personas se ha montado un escenario mediático de escarnio público y no quiero avalar con mi silencio semejante proceder», dijo el jefe de Estado.
Según remarcó, guarda por el exministro una «sincera gratitud», ya que a su juicio ha sido una «persona fundamental para que la pandemia no arrecie sobre los argentinos».
«Ha sido capaz de poner de pie un sistema de salud quebrado y de darle a cada argentino la atención pertinente cuando el virus lo hizo víctima», destacó, y desveló que ha encomendado a Vizzotti que protocolice «al máximo» el suministro y aplicación de vacunas «considerando la situación de las personas expuestas por la labor que ejercen».
«Debemos trabajar para evitar que estas situaciones vuelvan a repetirse», sentenció, para subrayar que en Argentina «más de 700.000 personas han recibido dosis de la vacuna» y «más de 400.000 ya recibieron las dos dosis».
Convencido de que el ritmo de vacunación comienza a acelerarse con la llegada de más viales -hasta ahora llegaron 1,22 millones de dosis de la Sputnik-V, 580.000 de la del Instituto Serum de la India y esta semana llegarán un millón de la desarrollada por Sinopharm en China-, el presidente remarcó que es propósito de su Gobierno hacer que las vacunas adquiridas «lleguen en tiempo y forma cuanto antes para suministrarlas a cada habitante».
LA POSICIÓN DE LA OPOSICIÓN
Mientras la Justicia ya procesa varias denuncias que pretenden que se aclaren los hechos ocurridos en el Ministerio de Salud, la oposición exige que el Ejecutivo dé explicaciones ante el Parlamento sobre lo sucedido y presente el inventario de las vacunas y el registro de todos las personas vacunadas.
La principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, calificó ayer lo sucedido como «una absoluta inmoralidad» y un «escándalo de corrupción» y también reclamó que «los vacunados en forma ilegal rindan cuenta a la Justicia por este delito».
En este sentido, el expresidente Mauricio Macri (2015-2019), que integra ese frente, mostró hoy en Twitter su «repudio» por que el Gobierno, desde el Ministerio de Salud, «haya facilitado la vacunación VIP para amigos y partidarios».
«Comparto la indignación de los argentinos frente a aquellos que decidieron ponerse por delante de tantas otras personas de riesgo», indicó el político conservador, quien quiso manifestarse «ante las reiteradas consultas» sobre si se ha vacunado.
«Quiero aclarar que no me di ninguna vacuna contra el coronavirus y tampoco lo voy a hacer hasta que el último de los argentinos de riesgo y de los trabajadores esenciales la haya recibido», sentenció.