Debajo de la peluca rubia se esconde una melena de tonos cobrizos. Detrás de los ojos celeste resaltan unos de color café. El vestido celeste envuelve a una joven que a menudo personifica a la Cenicienta, una de las princesas de Disney con mas protagonismo. Lo que hace Paula se llama Cosplay.
Desde Buenos Aires al mundo virtual, Paula Vásquez (29) es una referente del universo cosplayer. “Soy bastante introvertida, te diría tímida, pero cuando me personifico me siento mejor”, reconoce esta joven modelista de alta costura.
Cos play es un acrónimo de Costume (disfraz) y Play (actuación), porque no se trata solamente de disfrazarse, sino que hay todo un arduo trabajo de investigación previo que va desde el vestuario hasta el maquillaje, pasando por los gestos, movimientos y la performance en general.
Pauli -como la conocen todos- está inmersa en esta subcultura desde hace casi una década. Amante del cine de Disney, Pixar o del mundo gamer de Bioshock o BloodBorne, se toma muy en serio su momento Cosplayer. Es como esos superhéroes que ocultan su verdadera identidad con empleos normales. Durante la semana ella trabaja en un atelier de novias, y en su ratos libres se deja llevar por sus personajes favoritos. “Nadie me dijo que soy una ridícula o me cuestionó que estaba haciendo, al contrario”, comenta.
Es que sus performances no se tratan de simples puestas en escena. Aunque es autodidacta, Pauli es muy apasionada por esta actividad y siente un gran amor por la costura, el corte y la confección. “Le pongo mucho empeño, pasión y dedicación a replicar de la mejor manera posible cada pieza”, dice.
-¿Tenés algún criterio para elegir tus personajes?
-Si no me gusta visualmente, no lo hago.
–En tus redes compartís fotos de varios cosplay que interpretaste: personajes de Disney como la Sirenita, Blancanieves, de Videojuegos o la Hiedra Venenosa. Sin embargo tu mayor éxito fue Amidala.
-Padmé Amidala Skywalker es el personaje parece en la trilogía de la precuela de Star Wars e interpreta Natalie Portman. Visualmente es muy atractiva, y llevar un disfraz así es transformador. Fueron largos meses de análisis y estudio para poder lograrlo. ¿Sabes lo fascinante que es vestirlo y verte igual? Recrear algo que no está al alcance de todos y hacerlo real es increíble. Tuvo tanto éxito que decidí competir en La Convención Internacional de Cómics (Comic Con) de 2015 en Costa Salguero y gané.
-¿Cómo hiciste el disfraz?
-Tardé tres meses, porque antes de confeccionarlo tuve que investigar qué géneros utilizar y cómo darle el efecto de arrugas. En el cine todo está industrializado, en mi caso lo hago de manera artesanal. Hubo materiales encargados por internet a los Estados Unidos, otros que conseguí en Buenos Aires y luego… ¡manos a la obra! El tocado de reina fue lo más laborioso.
-¿Nunca hiciste un “traje” por encargo?
-A veces. El último fue Horizon. Hay mucha inversión de tiempo y dinero detrás, todo eso creo que a veces no se ve, aunque los cosplayers lo valoran por eso mismo.
-¿Cuánto tiempo te lleva lookearte?
-Esa es otra parte importante. Entre que me pongo el vestuario, lo completo con el tocado en este caso, o me pongo una peluca en otros y maquillaje, son dos o tres horas más. Es mucho trabajo y soy detallista. Es el momento que más me gusta: el de disfrazarme.
-¿Tuviste reconocimiento por tus creaciones?
-Sí, como te decía, en 2015 me animé a competir con Amidala y gané. Después volví a probar suerte en 2016 como Cenicienta, pero no llegué.
-¿Cuál es el premio?
-Algo de dinero, pero nunca las cifras que se manejan en el exterior.
–¿Qué diferencias notas con la cultura del cosplay en Argentina?
-En países como los Estados Unidos, Japón o Brasil son una tendencia absoluta desde hace casi una década. Acá recién hace un par de años empezó a conocerse esta subcultura. Lo que noto es que el nicho es cada vez más amplio, ves gente de más de 45 años en los eventos. Antes éramos todos de una sola generación. La vida del cosplayer en Argentina es más dificultosa de llevar porque hay telas que no se consiguen. Por otra parte, se arma un lindo ambiente… conocí gente muy linda, me hice amigos.
-¿Viajaste a la Comic Con de Nueva York para participar de la competencia?
-Me autofinancié, no me pagaron nada. No fui de invitada. Me presenté con mi personaje de Cenicienta, me crucé con varios famosos como Stan Lee y Natalie Dormer, era un mundo de gente. Extraño esos eventos, con la pandemia se terminaron.
-¿Cómo mantenés este costado cosplayer en pandemia?
-Imaginando. Me propuse este año, en este “mientras tanto”, digamos, idear más producciones fotográficas con puestas en escena desafiantes. Lo que haga lo voy a compartir en mi cuenta @the.crystal.shoe.
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