Rob Halford, el hombre que cambió los paradigmas del heavy metal y se convirtió en un ejemplo del orgullo LGBT

Rob Halford, el hombre que cambió los paradigmas del heavy metal y se convirtió en un ejemplo del orgullo LGBT

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Rob Halford de Judas Priest en un recital en Los Angeles, California, en 2019 (Crédito: Scott Dudelson / Getty Images) (Scott Dudelson/)

Rob Halford era gerente en un cine para adultos cuando en 1973, el novio de su hermana Sue, Ian Hill, lo invitó a cantar en su banda. Con un nombre diabólico y una estética chocante, Judas Priest se convirtió en un concepto en sí mismo: cueros, tachas, heavy metal. El grupo trascendió por su música, por su legión de fans incondicionales y por la libertad con la que Halford dijo en público que era gay cuando ningún otro músico del estilo lo había hecho hasta entonces.

El 28 de junio de 1969, la policía de Nueva York allanó el bar gay Stonewall Inn y empezó a echar a todos los que estaban adentro, desatando el caos y la tensión. Los clientes, que se estaban divirtiendo, reaccionaron de mala manera ¡no estaban haciendo nada malo! y se resistieron a ser detenidos. Esa noche, la comunidad gay de Nueva York luchó cuerpo a cuerpo y de manera desigual por defender su postura, hartos del acoso y el maltrato que habían sufrido por años. Ese mismo año en Birmingham, Inglaterra, se fundaba Judas Priest. Aunque iba a pasar un tiempo hasta que Halford se estableciera como cantante, había una conexión que trascendía fronteras. Tanto en América como en Europa, no ser heterosexual era considerado un problema.

El sexto álbum de Judas Priest, British Steel, vendió 50 millones de copias y escaló posiciones en los rankings que ningún otro álbum del estilo había alcanzado. Mientras el grupo explotaba, su cantante se mataba con drogas y alcohol y era testigo de una tragedia que lo iba a marcar para siempre. Su sexualidad era un secreto a voces: su look estaba inspirado en la estética gay, usaba cueros, látigos. Años más tarde frenó de golpe, se abrió al público y hablando de forma sincera allanó el camino de muchos que vinieron detrás.

Las drogas y el alcohol fueron una constante en la vida de Rob durante mucho tiempo. Después de un periodo lamentable de consumo y desastre, Halford se peleó con quien entonces era su pareja y se fue. Su novio le dijo que lo amaba y se suicidó. Rob se drogó tanto que cayó por una sobredosis en rehabilitación: corría el año 1986 y desde entonces ha permanecido sobrio. Tocar fondo le abrió los ojos y lo transportó a una nueva etapa en la que tuvo que lidiar con muchos momentos difíciles, de esos en los que la vida pública y la carrera se mezclaban con los sentimientos de la persona sensible en la que se convirtió.

En 1990 un juez en Reno, Nevada, lo liberó de culpa y cargos a Halford y al resto de Judas Priest, después de estar acusados por la muerte de dos jóvenes. Los acusaban de incitar al suicidio de dos fanáticos del grupo que se quitaron la vida después de escuchar supuestos mensajes satánicos en una canción del álbum Stained class. El juez falló a favor de la banda y de CBS, la discográfica, ya que las familias de los chicos no pudieron probar dichas acusaciones. Los familiares de los fans Raymond Belknap, de 18 años, y James Vance, de 20, mantuvieron se mantuvieron firmes con sus creencias durante el año y medio que duró el juicio, pero no tenían razón.

Seis horas escuchando Judas Priest no los habían llevado a dispararse en la cabeza a estos jóvenes (Belknap murió en el acto y Vance sobrevivió con su salud deteriorada durante tres años más) pero la mala prensa llegó a opacar el buen nombre del grupo que se tomó una pausa entre 1992 y 1996. Poco tiempo pasó desde la vuelta al ruedo para que Halford marcara la diferencia: su honestidad estaba por encima de todo y volvía para dar cátedra. Sin querer.

En 1998, entrevistado para MTV, el cantante deslizó: “Creo que la mayoría de la gente sabe que he sido un hombre gay toda mi vida, y que solo en los últimos tiempos es un tema que me siento cómodo de abordar, y un tema que ha estado conmigo desde que reconocí mi propia sexualidad”. Desde que empezó a hablar, así, sin tapujos, ya no tuvo freno. “Todavía existe mucha homofobia en el mundo de la música, en todo tipo de música. No diría que hay más fobia en el metal o en el rap, pero eso es algo que creo que todos tenemos que abordar en nuestras propias vidas. Si tenemos un problema con eso, creo que deberíamos buscar ayuda y averiguar por qué tenemos un problema”, expresó en ese entonces.

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Rob Halford en Judas Priest (Crédito: Fin Costello / Redferns) (Fin Costello/)

Rob Halford llevó al canal de música más famoso del mundo un tema que en su vida privada era de lo más natural, pero que frente al público seguía siendo un tabú. Y lo hizo cuando nadie más de su entorno lo hacía. Al “salir del clóset”, el músico también mostraba que guardarse sentimientos no era positivo y tenía consecuencias: “Creo que es difícil para todos tomar la decisión de presentarse y ser quien eres, sobre todo por la presión del grupo cuando eres un adolescente. Ahí es donde comienza gran parte de la ansiedad, por lo que tal vez personas como yo que se paran frente a una cámara y le hacen saber al mundo, tal vez sea de algo de ayuda, donde hay un individuo que ha tenido éxito, que ha podido lograr sueños, visiones y metas en la vida y no dejar que el tema de la sexualidad sea algo que los frene, así que creo que es algo importante”.

Aquella declaración, algo tan simple como hablar de su orientación sexual y tan complejo, a la vez, fue un antes y un después en su carrera y en la música. Si el cantante de Judas Priest podía hablar con libertad de ser homosexual cualquiera podía hacerlo, o esa era la idea. Por los festejos del Mes de Orgullo LGBT, la periodista Hattie Collins charló con Rob Halford para su podcast Proud Radio, de Apple Music, y trajo de vuelta el recuerdo de aquella declaración. “Estaba haciendo la rueda de prensa en Nueva York y acabé en la MTV hablando de este proyecto. Y en el transcurso casual de la conversación, hablamos de la música en general, de la dirección y de los sentimientos. Y dije algo así como ‘bueno, hablando como hombre gay, bla, bla, bla, bla’, y entonces oí el portapapeles del productor rebotar en el suelo. ¡Oh Dios mío, ha salido del armario!”, recordó Rob con Collins.

Aunque pasaron más de 20 años desde aquella declaración liberadora, la homofobia sigue presente y muchos jóvenes todavía tienen miedo de hablar. Para ellos, el cantante de Judas Priest, no tiene más que ánimo: “Creo que si hubiera pensado realmente en esto, como ‘hoy será el día en que voy a salir del armario’, tal vez incluso no… tal vez no hubiera salido del armario, porque sigue siendo un gran momento para muchos de nosotros, con un amigo íntimo, con alguien de la escuela, con mamá y papá, con quien sea, para decir realmente: ‘Oye, soy un chico gay o soy una chica gay’. Es algo muy, muy importante. Es un momento glorioso, glorioso”.

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Fuente: Infobae