Brasilia, 26 jul (EFE).- El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró este lunes «injustas» las investigaciones en curso en la Corte Suprema contra activistas de ultraderecha que, entre sus demandas, piden una intervención militar, algo que en su opinión está amparado por la «libertad de expresión».
«Si alguien comete algún acto antidemocrático es contra el Gobierno federal, no es contra alguien del Supremo. Y yo no reclamo porque lo entiendo como libertad de opinión», expresó el mandatario a un grupo de seguidores, en la puerta del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
«Eso es libertad de expresión. Está en la Constitución. Yo respeto eso. Otros, no. No es justo castigar, abrir una investigación contra esas personas», añadió el gobernante.
Bolsonaro criticó de esta forma las investigaciones abiertas en el Supremo desde el año pasado a partir de una serie de manifestaciones en las que se pidió el «cierre» del alto tribunal y el Parlamento mediante una «intervención militar» que mantuviera al actual jefe de Estado en el poder.
El capitán retirado del Ejército y líder de la extrema derecha brasileña llegó a asistir a algunos de esos actos, que la Fiscalía tildó de «antidemocráticos».
El Supremo abrió entonces un proceso para intentar averiguar quién financió y organizó esas protestas, aunque el juez encargado del caso, Alexandre de Moraes, lo archivó el pasado 1 de julio, a solicitud de la Procuraduría General, que alegó falta de pruebas.
Sin embargo, el magistrado decidió al mismo tiempo abrir otra investigación ante las sospechas de la existencia de una «organización digital antidemocrática» compuesta por «agentes políticos, funcionarios y autodenominados comunicadores» que estaría diseminando esas ideas extremistas.
En este marco, Bolsonaro comparó esas investigaciones con la situación de la expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez, quien lleva desde marzo pasado recluida en una cárcel de La Paz acusada de terrorismo, sedición y conspiración dentro del proceso conocida como «golpe de Estado».
En este contexto, Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985, aseguró que la Justicia no puede investigar a quién levanta un cartel en defensa del artículo 142 de la Constitución, relacionado con la actuación de las Fuerzas Armadas en el país.
«¿Levanta un cartel con el artículo 142 y es procesado por eso? Entonces vamos a retirar el artículo 142 de la Constitución», manifestó.
Como tampoco se puede investigar, según defendió Bolsonaro, a alguien con un cartel a favor del llamado Acto Institucional 5, un paquete de medidas aplicado durante la dictadura militar mediante el cual aumentó la represión, se proscribió a varios partidos políticos y se cesó a decenas de parlamentarios opuestos al régimen.