“Sabía que en algún momento iba a aparecer”, escribió un feliz Norberto Fontana en su cuenta de Instagram cuando contó que su amigo y colega, Christian Bodrato Mionetto, le había recuperado un casco que usó en sus inicios en la Fórmula 1 y que se lo robaron hace 23 años. Lo insólito fue la forma en cómo apareció y qué se hizo para volver a tenerlo en su poder.
Ese casco lo usó el Gigante de Arrecifes en 1996 durante unos ensayos con Sauber, el equipo con el que corrió cuatro carreras en 1997. Al año siguiente, mientras él intentó mantenerse categoría en una trunca gestión con Tyrrell, los amigos de lo ajeno ingresaron en la casa de su madre y se llevaron varias pertenencias, entre ellas, el querido casco.
Fontana siempre tuvo un mismo diseño en sus cascos, donde prevalece el azul y con una bandera argentina a media altura. Es icónico en el automovilismo argentino y todo el ambiente lo conoce. Bodrato Mionetto, actual corredor de la Clase 2 del Turismo Nacional, se cruzó de casualidad en la puerta de un banco de Tortuguitas con una chica que tenía puesto el casco. Le llamó la atención el diseño y la leyenda “N. Fontana” que se veía sobre el lateral. Fue así que se mensajeó con el arrecifeño para preguntarle si ese casco era suyo y ante la respuesta afirmativa, negoció con la chica y su novio la devolución.
“Increíble esto qué pasó, yo sabía que en algún momento iba a aparecer y apareció después de 23 años. Acá va la historia”, posteó Fontana en su perfil de Instagram.
“Este casco me lo robaron en el año 98 en Arrecifes cuando en la ciudad estaba la Expo-Chacra. Pararon un camión en la puerta de la casa de mi vieja y se llevaron algunas cosas, entre ellas el casco. Este casco era el que yo usaba para probar en F1, lo usé en las pruebas de Mugello, Italia, y en Estoril, Portugal”, explicó.
“Hoy al mediodía el amigo y crack de Christian Bodrato Mionetto lo encontró en Buenos Aires. Una locura, me manda un video de una chica en moto en la puerta de un banco y me dice ‘Norber, ¿este casco no es tuyo? Se ve original’. Le contesto ‘Sí sí sí, es mío’ y le conté la historia del robo. Le pido por favor ‘hacé lo posible para recuperarlo’; se bajó, habló con esta gente y lo recuperó. Un grande, este casco significa mucho para mí. Gracias crack”.
Luego ambos hicieron un vivo por la mencionada red social, donde Bodrato Mionetto brindó más precisiones de cómo pudo recuperarlo. El campeón de la Clase 3 de Turismo Pista en 2009 indicó que cuando vio a la chica con el casco puesto, se dio cuenta de inmediato de que no era una réplica y que, tras recibir el mensaje de Fontana que le afirmó que ese era el caso robado, encaró primero al novio de la chica.
“Le dije que era mi casco, que lo había usado para girar en la F1 y que me lo habían robado. Él, Brian, me dijo que se lo había prestado un amigo, porque hacía poco se había comprado la moto y a su novia todos los otros cascos le quedaban grandes, pero este es chiquito”, sostuvo.
Además les explicó a la pareja que tenía un valor sentimental y lo quería volver a tener. Que tenía la voluntad para poder “negociar”, pero caso contrario, iba a llamar a la policía.
“Les dije que tenía la factura de compra y que el casco tenía un número de serie que hay que inscribirlo para correr en Europa. Que se lo compraba, que le daba 20 mil pesos, y que sino, llamaba a la policía, y se iban a ir sin el casco y sin la plata. Al final, la chica dijo que si era mío, me lo tenían que devolver. Entonces les di la plata y me lo llevé”, aseveró. “El casco está impecable, estoy seguro que estuvo en una repisa durante muchos años”, subrayó.
“Me lo robaron en 1998, cuando yo estaba en Inglaterra, tratando de cerrar mi llegada a Tyrrell, que después no se dio. Cuando viajé, me llevé dos cascos que había usado en Sauber, a los que les había sacado los stickers. Ese, que no lo usé nunca para correr, sino solo para dos pruebas (en Estoril y Mugello en 1996), lo dejé porque decía todavía Sauber y Petronas. Siempre pensé que el que entró a robar, lo llevó pensando que era el que había usado en las carreras”, aseguró Fontana.
El actual piloto de Chevrolet en el TC insistió: “Sabía que lo iba a encontrar algún día porque la gente ve esos colores y los reconoce como míos. En algún momento iba a saltar cuando lo sacaran a la calle y alguien lo usara”.
Este lunes Norberto volvió a juntarse con el casco en el programa televisivo donde es panelista, Última Vuelta, donde su amigo le llevó el casco. 23 años más tarde volvió a juntarse con esa pieza que tanto valor sentimental tiene para él.
Fontanita, de 46 años, fue una de las máximas promesas del automovilismo argentino y brilló en Europa. Fue campeón de la Fórmula Ford Suiza en 1993; de la Fórmula 3 Alemana en 1995, cuando superó al hermano de Michael Schumacher, Ralf, que corrió con apoyo oficial de Opel.
En 1997 llegó el ansiado debut en la Máxima. Para el Gran Premio de Francia, el Gigante reemplazó a uno de los corredores titulares, Gianni Morbidelli, quien se había accidentado. El italiano tuvo su lugar porque era piloto de Ferrari, que por esos años proveyó de motores a la escudería helvética. En aquel debut en Magny-Cours abandonó por un despiste.
Luego el arrecifeño también corrió en Inglaterra (9º), Alemania (9º) y el denominado Gran Premio de Europa, que fue la última carrera del año realizada en el autódromo español de Jerez de la Frontera, donde cruzó la meta en la 14ª posición.
Por falta de presupuesto no pudo seguir en el gran circo. Debió seguir corriendo en Japón. En 1999 participó en la Fórmula 3000, pero sin mayores chances económicas en 2000 su carrera cambió de rumbo y se fue a los Estados Unidos para correr en el CART (hoy IndyCar).
Estuvo en Norteamérica dos temporadas y regresó a competir en la Argentina donde lo recibió el TC 2000, categoría en la que fue campeón en 2002 y 2010. En 2003 debutó en el TC y en 2006 consiguió el título en la categoría donde aún sigue compitiendo.
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