Acusaciones cruzadas, propuestas y tensión: a una semana del ballotage en Chile, Kast y Boric protagonizan el último debate

Acusaciones cruzadas, propuestas y tensión: a una semana del ballotage en Chile, Kast y Boric protagonizan el último debate

Este lunes se realiza último debate presidencial en Chile previo al ballotage de ese domingo 19. El cara a cara Gabriel Boric y José Antonio Kast comenzó de manera tranquila, con los candidatos respondiendo las preguntas y respetando el tiempo asignado para hablar y exponer sus ideas. Sin embargo, el encuentro entre los dos políticos fue adquiriendo un tono un poco más agresivo, con ataques y señalamientos de parte de cada uno.

El debate puede ser visto desde cualquier parte del mundo a través de los canales de la Asociación Nacional de Televisión, como la Televisión Nacional de Chile, TVN (TVN.cl) desde las 20:00 hora local (23.00 GMT). Se extenderá por 2 horas y 15 minutos y por sorteo el primero en responder será Gabriel Boric.

Los periodistas a cargo de la conducción del espacio serán: Matías del Río por TVN, Soledad Onetto por Mega, Daniel Matamala por Chilevisión e Iván Valenzuela por Canal 13. El programa tendrá ocho segmentos con diferentes temas: dos de economía, cuatro sociales y dos de política.

Boric y Kast durante un debate
Boric y Kast durante un debate (Marcelo Hernandez /)

Durante el primer bloque del debate se trataron cuatro segmentos temáticos: gobernabilidad, programas de gobierno, impuestos y costo de la vida.

Ante la pregunta de cuáles de los presidentes de los presidentes de los últimos 30 años en Chile admirada, el canditado Boric respondió que Michelle Bachelet.

Tengo una muy buena opinión de lo que fue el segundo gobierno de Bachelet, se implementaron reformas ambiciosas que están dando sus frutos”, dijo Boric.

Fotografía de archivo, tomada el pasado 21 de noviembre, en la que se registró a decenas de ciudadanos chilenos al acudir a un centro de votación en Santiago de Chile, para ejercer su derecho al voto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el representante del Frente Amplio (izquierda), Gabriel Boric, obtuvo el 25,8% de los votos y el candidato del ultraderechista Partido Republicano, José Kast, sumó el 27,9 % de los sufragios. EFE/Elvis González
Fotografía de archivo, tomada el pasado 21 de noviembre, en la que se registró a decenas de ciudadanos chilenos al acudir a un centro de votación en Santiago de Chile, para ejercer su derecho al voto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el representante del Frente Amplio (izquierda), Gabriel Boric, obtuvo el 25,8% de los votos y el candidato del ultraderechista Partido Republicano, José Kast, sumó el 27,9 % de los sufragios. EFE/Elvis González (Elvis González/)

Más de 15 millones de chilenos están convocados en una semana a las urnas en las elecciones presidenciales más inciertas y trascendentales desde el retorno a la democracia, con dos candidatos al margen de los partidos tradicionales y con dos propuestas de país totalmente opuestas.

Los últimos sondeos publicados antes de la veda electoral daban como ganador al exlíder estudiantil Gabriel Boric, la carta del izquierdista Frente Amplio y el Partido Comunista, que en la primera vuelta del 21 de noviembre quedó segundo con el 25,8 % de los votos frente al 27,9 % de Jose Antonio Kast, del ultraderechista Partido Republicano.

Los expertos, sin embargo, alertan de que el resultado será muy ajustado y se definirá voto a voto. Siempre se ha dicho que quien saca más votos en primera vuelta llega a La Moneda (sede de Gobierno) –algo que lleva ocurriendo desde 1999-, pero esta vez es distinto pues la diferencia entre ambos candidatos fue muy pequeña.

Conscientes de la fragmentación parlamentaria y de que más del 30% del electorado optaron en primera vuelta por opciones más moderadas, ambos candidatos han templado sus discursos para acercarse al votante de centro.

Kast, defensor acérrimo del modelo neoliberal instalado durante la dictadura (1973-1990) y partidario de la mano dura contra la migración y la violencia, partió prometiendo una bajada drástica de los impuestos, pero luego matizó y dijo que lo hará “de manera gradual”. Sus referentes, sin embargo, siguen siendo Donald Trump y Jair Bolsonaro, y más de una vez ha defendido al general Augusto Pinochet. Boric, en tanto, ansía un Estado de bienestar parecido al europeo, con acento feminista y ecologista, y ha tenido que poner más énfasis en la recta final en temas de seguridad pública.

Independientemente de la moderación de las últimas semanas, el futuro presidente encabezará el Gobierno más izquierdista desde Salvador Allende (1970-1973) o el más derechista desde Pinochet.

Tanto Kast como Boric integran formaciones de reciente creación y es la primera vez desde el retorno a la democracia que los partidos tradicionales de centroizquierda y centroderecha se quedan fuera de la contienda.

El ultraderechista logró reunir rápidamente los apoyos de la derecha oficialista, cuyo candidato Sebastián Sichel quedó cuarto en noviembre. Y en las últimas semanas ha sumado a su campaña rostros conocidos como la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, o la alcaldesa del capitalino barrio de Providencia, Evelyn Matthei.

A Boric le costó un poco más, pero finalmente consiguió los apoyos de la antigua Concertación, la alianza de centroizquierda que lideró el país entre 1990 y 2010.

El fichaje de la popular médico Izkia Siches como jefa de campaña ha supuesto un revulsivo para el exlíder estudiantil, así como el espaldarazo del ex presidente Ricardo Lagos.

La gran incógnita es qué harán el 12,8% de los votantes de Franco Parisi, un polémico economista que sorpresivamente quedó tercero, pese a que ni siquiera pisó Chile e hizo campaña en redes sociales desde su residencia en Alabama, Estados Unidos.

En las elecciones de 2013, las últimas a las que se presentó, Parisi no se posicionó por ningún candidato, aunque el 70% de su electorado se fue con la conservadora Evelyn Matthei, que perdió contra la socialista Michelle Bachelet.

Los expertos aseguran que Parisi ha conseguido captar el voto castigo y el perfil de su electorado es gente joven, mayoritariamente del norte del país. Con una abstención endémica y un cuestionado voto voluntario, la participación sigue siendo una incógnita: en la primera vuelta solo un 47 % de los convocados concurrió a las urnas.

(Con información de EFE)

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Fuente: Infobae