El anuncio acaba de hacerlo en las primeras horas de la noche a tres días de que culmine el año, la esposa del Senador Harry Reid, sorprendiendo a todo el país.
“Con el corazón roto es que les anuncio el fallecimiento de mi esposo, el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid. Murió esta tarde en paz, rodeado de su familia tras cuatro años de una valiente lucha contra el cáncer de páncreas”, informaba a través de un comunicado Landra Reid.
De origen humilde, Reid siempre se destacó por su inteligencia, logrando un título de abogado de una de las universidades más prestigiosas del país, Georgetown en la ciudad de Washington. Tras sus estudios dio los primeros pasos en política, una carrera que se coronaría con una de las principales bancas en el Senado desde 1986.
Lo sobreviven cinco hijos y su esposa, con la que estaba casado desde 1959.
Oriundo de Searchlight, un pequeño pueblo en Nevada, se convirtió en el político más influyente que haya dado ese estado, logrando ser durante ocho años el líder de la mayoría demócrata en la cámara alta del poder legislativo.
Según contó en sus memorias, en el hogar en el que nació en 1939 no había ni siquiera agua corriente. Su madre supo ganarse la vida lavando ropa para burdeles, mientras su padre trabajaba como minero.
Logró ir a la Universidad del estado de Utah gracias a una beca obtenida por su desempeño físico como boxeador amateur. Cuando logró ingresar a la reconocida universidad Georgetown para estudiar leyes, se mantuvo trabajando como oficial de policía de la fuerza que custodia el Congreso.
Tras recibirse de abogado regresó a su Nevada natal donde en 1971 se convirtió en el vice gobernador más joven de la historia de ese estado. En el censo de 1980 Nevada ganó un segundo distrito congresional, por el que Reid compitió y ganó. Fue representante estatal en Washington por el estado de Nevada hasta 1986 cuando se abrió una vacante para el Senado representando a su estado. Reid ganó aquella contienda y las subsiguientes reelecciones.
Desde entonces y hasta su retiro, en 2017, ascendió en las esferas políticas del senado en las filas demócratas, sirviendo como líder de su partido entre el 2005 y el 2017, en épocas en las que los demócratas fueron mayoría y épocas en las que fueron minoría en el Senado.
Amado y odiado por igual, Reid se caracterizó siempre por jugar el papel de político rudo. Llamó públicamente “perdedor y mentiroso” al ex presidente Geroge W. Bush. Años más tarde aseguró que desearía todos los días tener a Bush en la Casa Blanca antes que a Donald J. Trump.
Se le acusa de haber ahondado la grieta entre demócratas y republicanos. Algunos incluso dicen que no tenía problema en mentir. Durante la campaña de reelección de Barack Obama, en 2012, acusó sin pruebas al entonces candidato republicano, Mitt Romney, de no haber pagado sus impuestos. Cuando tiempo después se le preguntó si se arrepentía de dicha acusación, aseguró que no, diciendo “Despues de todo ayudó para que pierda la elección”.
Pero también se le reconoce haber sido un luchador incansable por los derechos sociales y uno de los principales promotores de una reforma migratoria. Contaba con gran apoyo de la enorme comunidad latina en su estado.
Dicho por él mismo, uno de sus grandes logros fue impulsar al entonces Senador Barack Obama a que se lanzara a la presidencia. Muchos consideran que sin el apoyo de Reid, la campaña de Obama no habría sido posible.
Tras jubilarse, en 2018 anunció que tenía cáncer de páncreas. Menos de un año después informó que había vencido a la enfermedad, pero con el tiempo tuvo una metástasis.