Tras una denuncia por fuertes olores nauseabundos provenientes del Sanatorio Ramón A. Cereijo, ubicado en el barrio porteño de San Nicolás, las autoridades realizaron una inspección que arrojó como resultado el hallazgo de siete cadáveres dentro de una morgue que no contaba con refrigeración alguna, según precisaron fuentes policiales a Infobae. El establecimiento fue clausurado y se verificó que funcionaba a pesar de la vigencia de una clausura impuesta en septiembre de 2021.
La inspección fue realizada por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal y la División Delitos contra la Salud de la Policía de la Ciudad, con la participación de inspectores de la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC), Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA) y personal del Ministerio de Salud.
“A partir del procedimiento se detectaron siete cadáveres en el interior de una cámara que funcionaría como morgue, la cual no posee refrigeración alguna”, señalaron las fuentes consultadas a este medio. Interviene el Juzgado Penal Contravencional y de Faltas N° 27 a cargo de la Dra. María De Paoli.
La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), interinamente a cargo del Dr. Hernán Biglino, fue la que ordenó una inspección en el Sanatorio Ramón Cereijo de la Red BASA a raíz de las denuncias de vecinos por la generación de olores fétidos que afectaban a las viviendas linderas.
En el procedimiento se verificó, además, que el establecimiento funcionaba a pesar de la vigencia de una clausura impuesta por la DGCFyC con fecha 21/09/2021. Las autoridades precisaron que los olores nauseabundos provenían de un sector donde se mantenían 7 cadáveres sin la debida refrigeración y condiciones de mantenimiento, lo que provocó el proceso de descomposición de los mismos. También se verificó que todas muertes fueron por causas naturales, constatándose que la más antigua tenía más de un mes.
“No sabíamos de los siete cuerpos. Ahí adentro hay olor, es un olor impresionante… es un olor muy fuerte. Mi papá falleció hace doce horas y está sin heladera”, le comentó al canal TN la hija de Juan Carlos Medina, quien murió ayer a las 16. Según comentó la mujer, el hombre falleció por un paro cardiorrespiratorio y por el protocolo COVID-19 no le dieron acceso al cuerpo.
“Estuvo doce horas sin refrigeración y el cuerpo se descompone. A mi papá lo conoce mucha gente y mucha gente quiere verlo, tenemos miedo de lo que pueda absorber”, señaló Walter Medina sobre el velatorio de su padre.
Las autoridades dispusieron el cese de la actividad de la clínica, con la clausura preventiva del recinto donde se encontraban los cuerpos, previa constatación de las causales de los óbitos y de la documentación pertinente, hasta que se cumpla con la intimación de reubicación en otro establecimiento en condiciones o provisoriamente en la Morgue Judicial, con el anoticiamiento de los familiares y del Juzgado interviniente.
Las irregularidades en el marco de la salud también registra un antecedente a principios de mes en la Ciudad de Buenos Aires, cuando un falso médico fue atrapado por la Policía mientras hacía una cirugía en una habitación llena de perros en Constitución.
El operativo fue llevado a cabo por la Policía Federal Argentina. El hombre se presentaba como cirujano y realizaba intervenciones quirúrgicas en un consultorio trucho de CABA.
Los investigadores comprobaron que el falso médico (su apellido es Galván, informaron fuentes policiales) solo tenía una matrícula que lo habilitaba como instrumentador quirúrgico. Pero se presentaba como médico cirujano y diagnosticaba y realizaba tratamientos estéticos de todo tipo en un consultorio sin habilitación.
Los agentes detectaron al médico en plena intervención quirúrgica a una mujer que, al momento de la entrada de los policías estaba semi inconsciente. La víctima del médico trucho fue atendida por el SAME y trasladada al Hospital Durand, en el barrio de Caballito.
Uno de los aspectos más asombrosos y aterradores del allanamiento fue que el hallazgo de los detectives de tres perros en el mismo lugar donde el médico realizaba su operación. “Al correr la camilla donde estaba acostada la paciente salieron debajo de la mismas perros que se encontraban descansando”, comentó una fuente policial.
Además, también durante este mes, un médico de 79 años que realizaba certificados apócrifos para evitar la vacunación contra el COVID-19 fue detenido esta tarde por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, precisaron fuentes policiales a Infobae. Ante el operativo de los efectivos, un grupo de pacientes que esperaba ser atendido en el lugar defendió al profesional y generó incidentes con las fuerzas de seguridad.
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