Carlos Alcaraz está empeñado en alargar un año más su dominio en el US Open. El vigente campeón del torneo y virtual número dos del mundo, aunque todavía líder el ranking ATP, es uno de los mayores alicientes sobre la pista neoyorquina. Ha recogido el testigo de Rafa Nadal y ha heredado una rivalidad con Novak Djokovic que en el último Grand Slam del año se espera que tenga un nuevo capítulo. En Roland Garros se impuso el serbio, en Wimbledon el murciano, será la pista dura estadounidense la que eleve a uno de los dos tenistas.
Hasta el momento, Alcaraz está ganando enteros para volver a tocar el cielo de la misma manera que lo hizo hace un año en la pista central del US Open. Superó la primera eliminatoria tras la retirada del alemán Koepfer y no dio opción a Harris en segunda ronda. Le ganó por la vía rápida. En poco más de dos horas y media, se apuntó las tres mangas y pudo centrarse en su próximo rival: Daniel Evans. El británico auguraba un partido más competido y así fue. Exigió a Carlos Alcaraz su mejor versión para cerrar cada punto.
Evans exigió, pero no pudo con Alcaraz
Pero para el español, exigencia no es contrario a calidad. El murciano puso de pie a la Arthur Ashe y provocó la rabia y frustración de Evans tras llevarse un punto antológico en la tercera manga. Alcaraz al saque, Evans al resto. El británico, con su revés liftado, obligó al español a jugar desde el fondo de la pista y defenderse con globos. Hasta que uno de ellos intercambió los papeles. Alcaraz pasó a atacar y Evans a defender.
«Tenis ficción».
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Y se defendía haciendo gala de una gran forma física. Cada golpe del murciano, era contrarrestado con un globo del británico. Hasta que uno de ellos se quedó corto y Alcaraz cambió la dirección de la bola a placer. El derroche físico de Evans fue en vano. Lo dio todo, pero se quedó en la orilla y exteriorizó su frustración tirando la raqueta al suelo y maldiciendo al cielo. Sin embargo, pronto se desquitó. Se llevó el siguiente punto y acabó apuntándose la tercera manga. Forzó el cuarto set que, de ganarlo también, llevaría el partido hasta el quinto y definitivo asalto.
El interés por los partidos de Alcaraz es tal que celebridades de otros campos como el jugador de baloncesto Jimmy Butler o el cantante Sebastián Yatra, quienes además son amigos personales de Alcaraz, se han pasado ya por Flushing Meadows. Fue precisamente a propósito de este último por el que Carlitos se puso a cantar en mitad de la pista después de ganar uno de sus partidos en el presente US Open. Un momento que fue bastante digno de presenciar, aunque no tanto como aquellos estrictamente tenísticos, con los que hace las delicias de todo tipo de espectadores.
