El costo de vida en Colombia ha comenzado a mostrar señales positivas para las personas de bajos ingresos, según un informe reciente del Centro de Estudios Económicos de la Anif. Este cambio viene después de un periodo en el que la inflación en el país alcanzó picos históricos que afectaron gravemente el poder adquisitivo de los más vulnerables.
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En agosto de 2024, la inflación anual se situó en un 6,12%, una notable disminución comparada con el 6,86% de julio del mismo año, según el informe de Anif. Este descenso refleja una estabilización en el índice de precios al consumidor, especialmente en bienes de primera necesidad como los alimentos, lo que ha beneficiado a los hogares de menores ingresos. Por el contrario, la inflación ha comenzado a afectar más fuertemente a los hogares con mayores capacidades adquisitivas.
El Banco de la República, en su lucha contra la inflación, ya había ajustado las tasas de interés para enfrentar el problema. Recientemente, se reportó una reducción de 50 puntos básicos, situándola en 10,75%, decisión tomada con la esperanza de que los próximos meses continúen mostrando una tendencia a la baja en los precios.
Hay tres categorías que han contribuido significativamente al comportamiento inflacionario anual: alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que en conjunto representaron el 71,9% del incremento total del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Esta información es vital para comprender que, aunque la presión inflacionaria ha disminuido en ciertos sectores, sigue habiendo áreas con alta contribución al alza de precios.
Los hogares de bajos ingresos han tenido tasas de inflación anual por debajo del promedio, registrando 6,01% y 6,08%, mientras que los hogares de ingresos altos y la clase media enfrentaron tasas del 6,15% y 6,12% respectivamente. Este comportamiento diferenciado muestra cómo la desaceleración en los precios de los bienes básicos ha proporcionado una mejoría en la capacidad de compra para los sectores más vulnerables, a quienes la inflación llegaba a golpear más duramente.
La Anif destaca que la variación mensual de precios para los hogares de menores ingresos fue negativa en agosto 2024. Esta reducción, con caídas de -0,06% a -0,07%, ha permitido una mejor capacidad de compra frente a meses anteriores, lo que sugiere una mejora económica relativa para este grupo.
Con el índice de precios al consumidor reflejando una senda de disminución, muchos analistas coinciden en que el Banco de la República ahora tiene mayor libertad para continuar con reducciones en las tasas de interés, posiblemente a un ritmo más agresivo, incentivando así una reactivación económica más robusta en el país.
Sin embargo, existen voces de precaución desde Anif. Mencionan que, aunque la losa inflacionaria parece estar cesando, es crucial mantener vigilancia y la continuidad de políticas adecuadas que aseguren que la reducción se traduce efectivamente en beneficios palpables para toda la sociedad y no solo en cifras.
El comportamiento inflacionario del país
Pese a este progreso en la reducción de la inflación, algunos productos continúan experimentando incrementos en sus precios, como las frutas frescas, huevos, zanahorias y hortalizas, además de ciertos servicios educativos y el gas.
Para mitigar estas presiones inflacionarias, el Gobierno de Colombia ha implementado varias estrategias, entre ellas la reducción de las tasas de interés y el lanzamiento de un programa de créditos contra el préstamo informal conocido como el ‘gota a gota’, con un millón de créditos disponibles para los sectores más necesitados. El objetivo es aliviar la presión financiera y disminuir la dependencia de prestamistas informales, que suelen imponer tasas de interés exorbitantes.
Asimismo, se han adoptado medidas para controlar los precios de los alimentos y estabilizar las tarifas de energía, lo cual ha contribuido a la moderación de la inflación. Estas acciones han sido fundamentales para mantener bajo control la inflación, aún en un contexto de fluctuaciones económicas.
El impacto de estas decisiones y el descenso en la inflación generan una esperanza de estabilidad económica en Colombia, pero el Gobierno permanece atento y continúa desarrollando políticas para asegurar que esta tendencia se mantenga.
