Ibar Esteban Pérez Corradi sumó una nueva condena. Esta vez fue por utilizar su cuenta bancaria para blanquear $312.677 de empresas y obras sociales vinculadas a la mafia de los medicamentos. La Justicia lo condenó a 2 años y 4 meses de prisión y le decomisó dos autos, aunque absolvió a su ex mujer, Liliana Raquel Aurehhuliu, tal como pretendía el empresario.
En sus últimas palabras, Pérez cargó contra los jueces. “Este es un país de fascistas y miedosos”, dijo. Y hasta “brindó” por el final del proceso. “Sacó una botellita con alcohol y jugo de naranja”, contó a Infobae su abogado, Carlos Broitman.
Desde que fue capturado, en junio de 2016, Pérez Corradi ya fue condenado a la pena de siete años de prisión por el desvío ilegal de efedrina entre los años 2004 y 2008. Luego sumó una condena a 2 años y 3 meses por el envío a Estados Unidos de 80 dosis de oxicodona, un analgésico derivado del opio. Y sigue siendo investigado por el Triple Crimen de General Rodríguez.
En esta causa, Pérez Corradi fue acusado de depositar en su cuenta seis cheques de la droguería Multipharma y otros seis de la Obra Social Bancaria (OSBA) que tenían como beneficiarios a la droguería San Javier, de Néstor Lorenzo, y que luego fueron retirados en efectivo.
El fiscal Abel Córdoba había pedido una pena de dos años para Pérez Corradi. Dijo que la maniobra de depositar los cheques y extraerlos en efectivo implicó “un medio idóneo para alejar el origen de esos fondos de la fuente ilícita que los generó”, en alusión a la “mafia de los medicamentos”.
El Tribunal Oral Federal 5, integrado por los jueces Daniel Obligado, Andriana Palliotti y José Martínez Sobrino, condenó al empresario y le aplicó una multa de $934.280. En cambio, absolvió por el beneficio de la duda a su ex mujer y ordenó levantar la inhibición general que pesaba sobre sus bienes.
Aurehhuliu estaba acusada de lavar dinero ilícito a través de la compra de un inmueble en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. La operación se hizo por USD 900.000, cerca de 4 millones de pesos según la cotización de ese momento.
El juicio duró trece meses. Y fue noticia a mediados del año pasado cuando Pérez Corradi llevó un frasco con cucarachas. Lo hizo para protestar por las condiciones de detención en la cárcel de Marcos Paz, donde sigue detenido.
Esta vez, el empresario sorprendió con un bigote muy particular y una remera con la leyenda “Diganle no al alcohol”.
Pérez Corradi estuvo prófugo cuatro años. Lo recapturaron el 19 de junio de 2016 en Foz de Iguazú (Brasil) y fue extraditado a la Argentina en medio de un operativo cinematográfico. Al comienzo estuvo detenido en el edificio Centinela de Gendarmería por cuestiones de seguridad. Estaba alojado en una celda común, con una cama rústica y un pequeño mueble donde guardaba algo de ropa y de comida. Pero en mayo de 2017 fue trasladado a Marcos Paz por sus constantes reclamos. Igualmente, sigue perteneciendo al Programa de Protección de Testigos.
El empresario sigue siendo investigado por el triple crimen de General Rodríguez, ocurrido el 8 de agosto de 2008, cuando Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina aparecieron asesinados a balazos en una zanja. Su abogado dijo que ahora pedirá su sobreseimiento en ese expediente.
También quiere que Pérez Corradi declare en la causa de Dolores. “Queremos saber quién le pagó a (Marcelo) D’Alessio para ir a buscarlo a Paraguay”, adelantó Broitman, que ya declaró en esa causa y pidió ser querellante.
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