Mauricio Macri reunió hoy a gobernadores, intendentes y referentes del PRO para tratar temas de la vida partidaria, coordinar las próximas actividades públicas y repasar asuntos de gestión. Fue el primer encuentro en la sede del PRO desde que preside el partido. Al finalizar el encuentro, los dirigentes evitaron subir la tensión con el Gobierno y, en un gesto de distensión en el vínculo con Javier Milei, señalaron que pretenden “ayudar” para que a la gestión libertaria “le vaya bien”.
El encuentro tuvo lugar en medio de un hecho de inevitable actualidad para el PRO: la disputa entre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Nación por la coparticipación. Desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia de diciembre de 22, el Estado le debe una cifra millonaria a los porteños y, además, no regularizó el pago diario del guarismo que le corresponde a Uspallata. El tema no tuvo centralidad en el cónclave, aunque se repasó la situación y se detalló el otro conflicto que surgió a partir de la decisión del Gobierno de quitarle a la Ciudad los subsidios para la tarifa de los colectivos.
Fueron parte de la partida el propio ex presidente, los gobernadores Nacho Torres, de Chubut, y Rogelio Frigerio, de Entre Ríos (por Zoom); los intendentes Soledad Martínez, de Vicente López, y Guillermo Montenegro, de Mar del Plata; los diputados nacionales Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal y Diego Santilli; el secretario general del partido, Facundo Pérez Carletti; el ex secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis. En tanto que Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, no pudo estar presente.
La reunión comenzó a las 16 y duró poco más de una hora. Desde que asumió la presidencia del PRO, en abril, Macri conformó una mesa ejecutiva para seguir y definir temas partidarios. La integran los gobernadores, dos intendentes y algunos referentes partidarios. Las reuniones de ese equipo habían sido en sus oficinas de la calle Libertador, en Vicente López. Pero hoy optó por citarlos a la calle Balcarce 400, a tres cuadras de la Casa Rosada, donde se ubica la sede nacional amarilla.
Los dirigentes buscaron bajarle el tono a la reunión. “Fue un encuentro más, de rutina”, le dijo a este medio uno de los testigos del cónclave. El macrismo busca no escalar los roces públicos con Milei que se inauguraron con el discurso que dio el propio Macri el 1 de agosto, para relanzar el PRO.
Las tensiones persisten. Macri apuntó contra el “entorno” presidencial, con nombres propios: Karina Milei, secretaria General de la Presidencia, y Santiago Caputo, asesor y estratega de La Libertad Avanza. El Gobierno recibió con fastidio esas declaraciones y el vínculo entre el PRO y los libertarios se enfrió. Todo el partido amarillo se encolumnó detrás de esas declaraciones, aunque sin redoblar la apuesta.
El posicionamiento de Macri terminó de romper el diálogo con Patricia Bullrich. La ministra de Seguridad lidera el sector del PRO que se considera oficialismo y trabaja para una fusión con La Libertad Avanza. Es un término que el macrismo evita. El ex Presidente quiere fortalecer su partido, reforzar la identidad, y discutir el armado de listas de 2025 más adelante, en igualdad de condiciones.
“Patricia ya ni es tema de conversación en el PRO. Hoy ni la nombramos”, aguijoneó uno de los dirigentes que participó de la reunión con Macri esta tarde. En el bullrichismo se desmarcan de las criticas de los macristas y sostienen su línea. El equipo de la ministra se regocijó hoy porque Milei compartió un par de proyectos de ley de Damián Arabia y Silvana Giudici, legisladores bullrichistas, para quitarle la pensión de privilegio a Alberto Fernández a partir de la denuncia de Fabiola Yáñez por violencia de género.
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