El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha confirmado este martes que ocho militares estadounidenses resultaron heridos en un ataque supuestamente llevado a cabo por milicias proiraníes a finales de la semana pasada contra una base de la coalición internacional en Rumalyn, en Siria. «Después del ataque, por precaución, ocho miembros del servicio fueron trasladados a un lugar separado para una evaluación más exhaustiva. Los ocho recibieron tratamiento por traumatismo craneoencefálico e inhalación de humo. Tres de ellos han vuelto al servicio, mientras que los demás siguen bajo observación», ha explicado el portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, durante una rueda de prensa. Al ser preguntado sobre quién puede estar detrás de estos ataques, ha indicado que Washington considera que fue llevado a cabo por una milicia respaldada por Irán, si bien todavía están investigando los detalles al respecto, puesto que ninguna ha reclamado desde entonces su responsabilidad. El ataque con drones en Siria marcó la sgeunda vez en este mes que personal militar estadounidense resultó herido en un incidente de este tipo, después de que cinco estadounidenses resultaran heridos, tres de ellos trasladados a Alemania para recibir tratamiento, en un ataque con cohetes contra la base aérea de Ain al Assad, en Irak. A finales de mes, las fuerzas estadounidenses informaron de un ataque «defensivo» contra objetivos de la milicia chií proiraní Fuerzas de Movilización Popular (FMP) en la gobernación de Babilonia, al sur de la capital de Irak, Bagdad, concretamente «contra combatientes que intentaban lanzar sistemas aéreos no tripulados de ataque unidireccional». Este bombardeo, en un momento de máxima tensión en la región por el reciente ataque de Israel contra un alto comandante del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Beirut, fue el primero de Estados Unidos en Irak desde febrero, cuando atacó decenas de objetivos vinculados a las milicias proiraníes en Irak y Siria. Entonces, la milicia Resistencia Islámica de Irak, que mató a tres militares estadounidenses en Jordania, anunció el cese de sus acciones contra las fuerzas estadounidenses, y el Gobierno de Irak pidió la expulsión de la tropas de Estados Unidos.