Al menos seis personas han muerto este miércoles a causa de la nueva oleada de bombardeos lanzada por el Ejército de Israel contra Líbano, según han afirmado las autoridades libanesas, que han detallado que las víctimas eran residentes en Qana (sur) y Maisaara (norte). El Ministerio de Sanidad libanés ha indicado en sendos comunicados en su cuenta en la red social Facebook que al menos tres personas han muerto y otras nueve han resultado en el bombardeo contra Maisaara, al sur de Hermel, mientras que tres personas han muerto y trece han resultado heridas «como resultado del ataque del enemigo israelí» en Qana. La localidad de Maisaara, de mayoría chií, se encuentra a más de cien kilómetros de la frontera entre Líbano e Israel. Fuentes citadas por el diario libanés ‘L’Orient-Le Jour’ han indicado que la vivienda bombardeada sería la de la familia de Alí Amro, un miembro del partido-milicia chií Hezbolá muerto en un ataque israelí en agosto en Hula (sur). En este sentido, informaciones en medios locales indican que la casa sería propiedad del jeque chií Mohamad Amro, un responsable de Hezbolá en el sector de Monte Líbano y Norte, si bien el grupo libanés no se ha pronunciado por ahora y se desconocen las identidades de las víctimas del bombardeo. Horas ante, el Ejército israelí había confirmado «una nueva oleada de ataques» contra «objetivos terroristas» de Hezbolá en territorio de Líbano, en el marco de una campaña de ataques aéreos recrudecida desde la jornada del lunes que deja hasta la fecha más de 550 muertos y 1.800 heridos, según las autoridades libanesas. Las hostilidades en la región estallaron después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas lanzaran el 7 de octubre una serie de ataques contra Israel que dejaron casi 1.200 muertos y más de 250 rehenes. El Ejército israelí inició entonces una cruenta campaña militar contra Gaza que se salda por el momento con más de 41.400 muertos, a los que se suman más de 700 palestinos muertos en Cisjordania y Jerusalén Este. Los ataques del 7 de octubre, denominados ‘Inundación de Al Aqsa’ por Hamás y sus aliados, llevaron además a la apertura del frente en la frontera entre Israel y Líbano, con combates constantes desde hace más de once meses. Además, los hutíes y milicias proiraníes de Irak han lanzado misiles y drones contra Israel –que ha ejecutado bombardeos contra territorio de Líbano, Siria y Yemen– en respuesta a su ofensiva contra Gaza.