España registra el mayor incremento de inseguridad hídrica, según un informe del British Standards Institute (BSI), que estudia 41 países. Con una puntuación de 26 sobre 35 (cuanto más elevada, mayor riesgo), solo Sudáfrica (30 puntos), Turquía (28), China, Chipre, India, Macedonia del Norte y Estados Unidos (EEUU) (27) registran peores datos que España. El informe anual ‘Sedientos de cambio’, realizado por BSI en colaboración con Waterwise, es uno de los estudios de referencia a nivel global sobre el uso del agua a escala nacional. Con respecto a España, explica que empeora con respecto al año anterior en cuatro de los siete indicadores que evalúa: el volumen máximo teórico anual de agua disponible per cápita; la escasez de agua; el precio del agua en relación con el Producto Interior Bruto (PIB) per cápita; y la eficiencia en el uso del agua. El resto de indicadores continúan igual, a saber la aridez del territorio, el consumo per cápita y la pérdida de agua en la red de distribución. INDIA Y CHINA, BAJO UN ESTRÉS HÍDRICO IMPORTANTE A nivel mundial, el ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024’ muestra que no se ha registrado ninguna mejora en la seguridad hídrica en 31 de los 41 países estudiados. En el otro extremo, la investigación indica que las mejoras en la seguridad hídrica registradas en 2023 fueron «en general pequeñas» y que «sólo se observaron en ocho países», entre ellos Suecia, Suiza, Eslovenia y Noruega. En concreto, el BSI ha señalado que entre las naciones que han registrado un mayor riesgo relacionado con la gestión del agua se encuentran Turquía, Macedonia del Norte, Países Bajos, Bélgica, China, India y Japón. Por esta parte, ha destacado la situación de elevado riesgo hídrico de India y China, que están bajo un estrés hídrico importante y que podrían empeorar debido a los escasos esfuerzos para mitigar el cambio climático. UNA «PREOCUPANTE» DESCONEXIÓN ANTE LA INSEGURIDAD HÍDRICA A partir de una combinación entre datos públicos con encuestas internacionales a más de 9.300 personas, el BSI ha encontrado una «preocupante» desconexión ante la inseguridad hídrica, la comprensión pública de su gravedad y la acción necesaria para cambiar la situación. De esta manera, el 60% de los encuestados reconocen que la seguridad del agua es un problema mundial importante, mientras que un 76% identifican la sequía en su país como un problema. Sin embargo, menos de la mitad (45%) entienden que abordar la seguridad hídrica es tan importante como combatir el cambio climático. Asimismo, el estudio interpreta que existen diferencias entre la seguridad hídrica mundial y la comprensión pública de la magnitud del problema. De manera gráfica, el 74% afirma tener confianza en el suministro de agua dulce de su país. Esta cifra incorpora los resultados de India (85%), Australia (82%) y EEUU (73%), países que «enfrentan retos significativos mientras avanzan poco en las soluciones». Por otro lado, el informe destaca que más de la mitad de las personas (53%) cree en la necesidad de actuar y afirma que es importante que los individuos tomen medidas para reducir el despilfarro y promover la seguridad del agua. La directora ejecutiva de BSI, Susan Taylor Martin, ha indicado que aunque se están viendo «avances» hacia un mundo con seguridad hídrica, «queda mucho por hacer para promover la comprensión y el cambio positivo». «Esto comienza con la concienciación y el reconocimiento de la magnitud del reto, y cómo encaja en conversaciones más amplias sobre el cambio climático y la sostenibilidad, a partir de ahí nuestros políticos y líderes pueden allanar el camino para la acción», ha señalado. Por otro lado, han impulsado a individuos y a organizaciones a unirse para «impulsar el progreso hacia un futuro sostenible» a través de medidas como la implantación de un etiquetado de eficiencia hídrica, la mejora de las opciones de los consumidores o el fomento de la gestión de las aguas residuales en el desarrollo farmacéutico. En su opinión, aunque no existe una solución única se puede y se debe actuar «hoy mismo».