Desde Santa Cruz de la Sierra– A una semana de las elecciones presidenciales, mejoró el escenario para Carlos Mesa en las encuestas con un ligero descenso de Morales y un leve ascenso del candidato de la opositora alianza Comunidad Ciudadana. De acuerdo a los últimos sondeos de tres encuestadoras, después de tres votaciones con diferencias contundentes a favor del mandatario boliviano, que le han permitido estar 13 años en el poder, existe la posibilidad que ambos se midan por primera vez en la historia en una segunda vuelta.
Como no había ocurrido en la mayor parte de la campaña, en la que Evo Morales casi no apeló a la confrontación ideológica entre el socialismo que pregona y la llamada derecha boliviana, en el primer acto de cierre de su campaña en Oruro el Jefe de Estado reflotó el temor de las consecuencias que puede tener para la economía el retorno de las políticas de ajuste del Fondo Monetario Internacional si él se va del poder por la victoria de un candidato opositor.
“Votar por la derecha es votar para que vuelva el Fondo Monetario Internacional. Donde ha retornado el FMI, como en Argentina, ha crecido la pobreza y desigualdad. Imagínense lo que está viviendo Ecuador, otra vez paquetazo del FMI. Lamento mucho que algunos gobiernos y presidentes se sometan a esos organismos financieros que representan al sistema capitalista”, advirtió Morales ante sus miles de seguidores de Oruro, en alusión a las crisis económicas que enfrentan los argentinos y ecuatorianos.
Si las anteriores campañas del presidente boliviano estuvieron marcadas por el fuerte antagonismo ideológico y por la confrontación de la bandera de la nacionalización, que enarbola su partido el MAS, y la de la privatización, en la que concluye esta semana el tema sólo surgió en algunas ocasiones.
Ninguno de los dos principales adversarios de Evo Morales, Carlos Mesa y Oscar Ortiz, menciona en sus programas de gobierno la posibilidad de privatizar las empresas estatales y tampoco revertir las nacionalizaciones iniciadas hace 13 años. Esta situación ha llevado a que el analista político Fernando Mayorga concluya que esta es una campaña sin polarización, muy competitiva y abierta, como ninguna de las anteriores. “Las tres fuerzas principales de la contienda han confluido hasta el centro”, opinó.
En diversas circunstancias de los últimos dos o tres años, pero sobre todo en los últimos meses, se observó que el presidente de Bolivia se acercó y estableció acuerdos con el sector empresarial del país, principalmente de Santa Cruz, para mantener políticas económicas y acelerar planes conjuntos.
Esta semana el Gobierno puso en marcha con los privados cruceños el proyecto de Puerto Busch, para construir infraestructura que permita exportaciones hacia el Atlántico. También ha impulsado junto a los industriales azucareros la producción de etanol y se acordó con los agricultores la ampliación de la frontera agrícola para generar biocombustibles. Fue esta alianza la que generó críticas de sectores, sobre todo ambientalistas, en medio de los incendios y el desastre ambiental de la Chiquitania. Hace días también se anunció en Santa Cruz la adjudicación del proyecto del aeropuerto internacional Viru Viru Hub, con financiamiento de una compañía de Francia.
La base del relato de la campaña de Morales es la promesa de continuidad de un modelo que le ha permitido a Bolivia tener este año una de las economías latinoamericanas que crecerá más, calculándose entre el 3,9 y el 4,5 por ciento, como en al menos los tres años anteriores. La oposición sustenta sus ejes discursivos en la lucha contra la corrupción del gobierno y en la recuperación de la democracia, ya que se considera que no se respetaron los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que más de la mitad de los votantes decidieron rechazar la habilitación del presidente para una nueva reelección.
Al mismo tiempo en que Evo Morales advirtiera a sus seguidores en el acto de cierre de su campaña de Oruro que el retorno de la derecha puede derivar en la vuelta del FMI a Bolivia, también prometió programas sociales especialmente dirigidos a los jóvenes, como la oferta de créditos y subsidios de viviendas.
“Macri ha sido aquí uno de los principales jefes de campaña de Evo Morales por sus medidas y por los catastróficos resultados de las primarias. Lo de Ecuador también puede ayudar a su gobierno en esta recta final. En estos tres días de movilizaciones de Brasil y la reducción de presupuesto para educación le vienen como anillo al dedo a Evo. En cuanto a los cabildos, el de Santa Cruz no ha sido rupturista, pero el de La Paz es más duro”, explicó el analista político Luis Andia, a propósito del discurso de Morales y la coyuntura boliviana.
Otros dos Cabildos
Como ocurrió hace diez días en Santa Cruz de la Sierra, donde un cabildo de más de un millón de personas decidió un voto castigo a Evo Morales por el desastre ambiental de la Chiquitania y por no respetar el 21-F, la noche del jueves se realizaron dos nuevos cabildos masivos en La Paz y en Cochabamba, las otras dos ciudades más pobladas de Bolivia.
En estas nuevas movilizaciones callejeras, sectores ciudadanos decidieron el desconocimiento de las candidaturas del presidente y vicepresidente de Bolivia, pidieron que se vote por cualquiera de los otros ocho aspirantes al Gobierno, plantearon desobedecer los resultados si el oficialismo gana la elección del 20 de octubre y determinaron un juicio de responsabilidades a Morales.
En el cabildo de La Paz participaron el candidato a la Presidencia por Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, y el de Bolivia Dice No, Oscar Ortiz. Tras las movilizaciones ciudadanas en los cabildos, el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, los definió como los cierres de campaña de la oposición.
Sobre el anuncio de un posible juicio de responsabilidades, dijo en una entrevista con El Deber que responderán como corresponde y la ciudadanía tiene derecho a pedirlo. Ante la desconfianza ciudadana por un posible fraude, afirmó que es una “lectura de perdedor” y los partidos están abriendo el paraguas, diez días antes del resultado final.
Una elección competitiva
Dos encuestadoras han difundido casi al cierre de la campaña sus cifras que serán las finales, ya que desde este domingo queda prohibido hacer conocer públicamente sondeos. En la última investigación de Via Ciencia, para los principales canales de televisión de Bolivia, Evo Morales aparece primero, con 38,8 por ciento de la preferencia electoral, en tanto que Carlos Mesa consigue el 28,4 por ciento, seguido de Oscar Ortiz, con 9,6 por ciento, y el coreano boliviano Chi Hyun Chung, con un 5,9 por ciento, que se puede convertir en la sorpresa de la elección, ya que en menos de un mes de campaña consiguió colocarse cuarto y vencería al tercero en algunos departamentos.
De acuerdo a esta encuesta, Evo Morales descendió en la medición de octubre cinco puntos respecto a la de septiembre, Carlos Mesa subió siete respecto al mismo mes, y Oscar Ortiz bajó dos puntos. En cuanto a los indecisos y los que no han sido convencidos por alguno de los nueve candidatos, llegan a un 15 por ciento.
La empresa Cies Mori también difundió su encuesta, en la que Evo Morales aparece primero con un 36,2 por ciento, Carlos Mesa segundo, con un 26,9 por ciento, Oscar Ortiz tercero, con un 7,8 por ciento, y Chi Hyun cuarto, con un 5,8 por ciento. Un 18 por ciento son los que aún no fueron convencidos por algunos de los candidatos.
Otra encuestadora le ha otorgado una diferencia de cinco puntos a Evo Morales respecto al segundo, Carlos Mesa. La Constitución Política del Estado de Bolivia establece que podrá ser Presidente el candidato que consiga el 50 por ciento más uno de la votación o quien obtenga diez puntos de diferencia a partir del 40 por ciento. De no ocurrir, habrá una segunda vuelta en diciembre.
Sobre el balotaje, en caso de que ocurra la empresa Via Ciencia registra el siguiente resultado: Evo Morales 45,3 por ciento y Carlos Mesa, 44 por ciento.
En las anteriores elecciones presidenciales, Evo Morales consiguió el poder con una votación de 53 por ciento, luego con un 64 por ciento y la tercera vez con un 61 por ciento. Los analistas consideran que la actual elección es incierta, sobre todo porque aparece por primera vez en 13 años la posibilidad de una segunda vuelta. Las campañas de todos los partidos se cierran en la medianoche del próximo miércoles. Evo Morales lo hará en la ciudad de El Alto y Carlos Mesa y Oscar Ortiz en Santa Cruz.