Venezuela vive una de las crisis migratorias más complejas de la región y Colombia ha sido uno de los países que más migrantes ha recibido del país vecino.
De acuerdo con la OEA, el número de refugiados venezolanos puede llegar a los siete millones en 2021, de los cuales Colombia acoge a casi una tercera parte.
Un documento publicado a finales del año pasado por el Banco de la República recoge el impacto de este fenómeno migratorio en la economía colombiana. De acuerdo con los investigadores, desde 2015 el país ha recibido más de dos millones de venezolanos en búsqueda de oportunidades laborales. Esta llegada de migrantes, de acuerdo con los expertos, puede ser positiva para la economía nacional.
Pero a pesar de que en un principio los flujos migratorios pueden ser adversos para los salarios de los trabajadores domésticos, a corto plazo, pueden tener un efecto positivo para otros espectros laborales debido a los vínculos complementarios y efectos de equilibrio general por medio de canales de demanda. “En presencia de fricciones nominales, una afluencia masiva de trabajadores puede afectar la inflación y la brecha del producto a corto plazo”, dice el documento publicado en la página web del Banco de la República.
Por su parte, recoge la revista Semana, el FMI (Fondo Monetario Internacional) ha indicado que el “flujo de migrantes estimuló el crecimiento de la economía en aproximadamente un cuarto por ciento el año pasado”, que ha sido “absorbido en gran parte por el sector informal, mostrando hasta ahora poca evidencia de desplazamiento laboral”.
“Se espera que la migración venezolana continúe siendo un motor de crecimiento para Colombia, donde el grado de ganancias potenciales dependerá de la velocidad con la que los migrantes se integren a la economía formal”, señala el Fondo Monetario Internacional
La investigación del banco Emisor pudo hallar que, en el caso de una afluencia masiva de trabajadores de baja productividad, que se ubican en un sector con salarios flexibles, el banco central (Banco de la República) muestra una respuesta “moderada” a la situación.
“La inflación y las expectativas de inflación caen por los menores salarios, mientras que la brecha del producto se vuelve positiva gracias a las rigideces salariales de los trabajadores de alta productividad que permiten a las empresas contratar más”, dice el documento.
Debido a esto, y tomando como referencia que el Banco de la República reacciona frente al comportamiento de la inflación, se tiene previsto que esta podría bajar sus tasas de interés para darle un empujón a la economía colombiana.
Así las cosas, si la llegada de trabajadores migrantes altamente productivos es alta, la inflación sube debido a la rigidez salarial y la brecha del producto se vuelve negativa, viendo esto el Emisor debería aumentar más activamente la tasa de interés.
“Estos resultados muestran que la respuesta de la política monetaria es sensible al tipo de trabajador que migra y a las características del sector que absorbe a estos nuevos trabajadores”, dice el documento.
Al respecto, el FMI recomienda que los países que reciben altos flujos de migrantes implementen políticas para que la nueva mano de obra pueda ser incluida en los sectores formales.
Esta es la red ilegal que nacionalizaba venezolanos en Colombia
La migración masiva por parte de los venezolanos hacia el país en los últimos diez años ha sido uno de los principales temas en la agenda del gobierno nacional. Se estima que más de 1,5 millones de ciudadanos del país vecino se instalaron en Colombia y, en su mayoría, no han legalizado sus papeles, los cuales les darían acceso a un trabajo y beneficios en programas sociales.
Frente a este nuevo problema que se encontraba enfrentando el país, en 2017 la Registraduría de Colombia les facilitó a los migrantes el proceso de nacionalización, pero este nuevo proyecto causo que una red de corrupción ha puesto en entredicho más de medio millón de casos de nacionalización.
Los venezolanos tomaron como excusa y también como prueba que luego de la migración colombiana a su país por la violencia que atravesaba el país en la década de los noventa, tenían familiares colombianos, ya que la Registraduría permitió que los venezolanos con padres colombianos podrían obtener la residencia siempre y cuando se demostrara.
Luego de un tiempo las autoridades al pedirle papeles a los venezolanos comenzaron a darse cuenta que estos tenían irregularidades y “actos de corrupción” en los que estarían implicados funcionarios de registradurías municipales y notarías de todo el país.
Desde 2016 y hasta el momento se han emitido 2.688 comunicaciones y resoluciones de nulidad de registros civiles por presuntos fraudes en 18 departamentos y 70 municipios, entre los que se encuentra la capital del país, Bogotá.
Según el periódico El Espectador, por la magnitud del problema, que aún no se conocen sus límites, la Registraduría está realizando una auditoría interna para verificar más de 600.000 registros civiles de nacimiento otorgados a personas nacidas en Venezuela con supuestos padres colombianos, los cuales también se deben verificar.
A lo anterior se le suman 67.000 registros civiles de nacimiento que se le dieron en Colombia a personas con nacionalidad cubana, haitiana, ecuatoriana, siria, iraquí, iraní, libanesa, dominicana y hasta china. Una investigación que se está llevando a cabo entre la Fiscalía, el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), la Policía, el Ejército y la Embajada de Estados Unidos.
La cooperación entre la Registraduría y estas diferentes autoridades ya mencionadas se da porque no solo se sabe de venezolanos que estén buscando nacionalizarse en Colombia para poder trabajar u obtener beneficios sociales, sino que también se sospecha de que ciudadanos de otras partes de América buscan ingresar con documentos colombianos falsos a Estados Unidos. Otra de las sospechas es que detrás de estas redes que tramitan ilegalmente las nacionalidades, hay grupos armados ilegales vinculados con trata y tráfico de personas, terrorismo y narcotráfico.
Estos son los implicados en la red de corrupción según investigaciones de El Espectador:
“Los funcionarios de registradurías municipales, con ayuda de algunos notarios, crearon una red de corrupción para manipular registros de nacimiento y avalar declaraciones de falsos testigos que, a cambio de un dinero, manifestaban que los extranjeros eran hijos de colombianos. Es más, algunas de estas personas ni existían”.
Uno de los casos en los que se comprobaron irregularidades según este medio, fue el caso de Jesús Ramón Rodríguez Guerrero, “un ciudadano venezolano que consiguió la ciudadanía presentando un registro civil falso. Al cruzarlo con las bases de datos de identificación de la Registraduría se encontró con que los supuestos padres colombianos de Rodríguez no estaban inscritos y que el documento expedido supuestamente por la Parroquia de Santa Bárbara de Arauca pertenecía a otra persona. Al ser consultado sobre el caso, el párroco de esa iglesia confirmó que se trataba de un registro falso y aportó el original”.
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