Una fuerte granizada registrada en el Páramo de Berlín en Santander afectó a más de la mitad de los cultivos de cebolla y de papa del municipio de Tona.
El fenómeno climático dejó a las familias de la región santandereana damnificadas y con su fuente de sustento y producción comprometida. De acuerdo con los campesinos y pobladores de Tona, cada granizada en el páramo deja pérdidas que se aproximan a los 7 millones de pesos por familia.
Ante la situación, Marcos Capacho, campesino del corregimiento de Berlín, explicó cómo se presentaron los daños a las plantaciones de comida de la región:
Fue una granizada que afectó las veredas el Topón y Parra, a esa hora estaba una temperatura de unos menos 2 ó 3 grados bajo cero, las afectaciones se ven en unos cuatro o cinco días donde los cultivos empiezan a perder sus hojas y volverse amarillos
Para Capacho, las heladas no son un fenómeno recurrente en este tiempo del año, pero reconoce que por lo menos 400 familias resultaron bastante afectadas.
Yo estimo que hay unas 400 familias afectadas con esta granizada, que no es tan normal que se presente porque por lo general en esta época son las heladas que sufrimos en horas de la noche, y este fenómeno se presentó en horas de la tarde, no es nada normal
Arnulfo Ramírez, otro campesino y cultivador de cebolla, explicó el problema que más daña al vegetal con la granizada:
Todo lo que es cebolla la daña, pierde precio, la adelgaza, mejor dicho la vuelve nada, quedan los meros troncos
Entre tanto, los agricultores piden ayudas económicas al Gobierno nacional y departamental relatando que desde hace más o menos tres meses, han venido presentando pérdidas en sus cultivos. En principio, los daños a los cultivos sucedían por las intensas sequías y posteriormente, por la heladas y las granizadas.
Ante una evaluación de los daños al cultivo que arrojó la granizada, la Dirección de Gestión de Riesgo realizará un censo agropecuario para poder brindar apoyo al campesinado santandereano.
Los habitantes de la zona damnificada por las bajas temperaturas también denuncian que, en ocasiones hay localidades que registran un desabastecimiento de agua potable por cuenta de la temporada seca que afronta la región.
En otras ocasiones, las autoridades suelen reportar pérdidas en cultivos frutales y de hortalizas, específicamente en las veredas Saladito y Aguaclara, de Tona. Los organismos de gestión del riesgo y de desastres suelen informar que hay afectaciones viales para el paso de vehículos durante las granizadas que ocurren a la altura del peaje El Picacho, en la vía Cúcuta-Bucaramanga.
Inclusive, la temperatura de esta región santandereana puede alcanzar los cero grados centígrados durante las noches. Un registro de octubre 10 de 2017, da cuenta de de fotografías de operarios de la concesión que opera la troncal Bucaramanga–Pamplona retirando cantidades enormes de hielo que quedaron sobre las carreteras y le dieron al municipio un aspecto polar, con poca visibilidad por la neblina pero con las vías blancas, llenas de hielo.
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