“Murder 8”: la muerte química que llegó desde China para México y EEUU

“Murder 8”: la muerte química que llegó desde China para México y EEUU

(Parte I)

Desde el primer trimestre de 2020 el mundo ha vivido prácticamente en un encierro ante la amenaza de la COVID-19. El silencio se ha convertido en el escenario perfecto para que una sustancia química producida en China esté cambiando para siempre la vida en México y Estados Unidos.

En el escenario del tráfico de fentanilo, China pone la materia prima, los cárteles mexicanos la mano de obra y Estados Unidos los muertos.

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La ecuación que resume esta cadena de hechos es muy simple: empresas chinas exportan sin control a México el precursor, para abastecer a los cárteles del narco quienes lo procesan y trafican para su distribución hacia EEUU donde ha aumentado drásticamente el número de muertes relacionadas con fentanilo.

El último reporte nacional sobre el estado de las drogas realizado por el gobierno norteamericano advierte que las muertes por opioides en Estados Unidos han aumentado drásticamente en los últimos años. En 2016 el número de decesos relacionados con este tipo de estupefacientes era de 19.413, pero para 2017 aumentó a 28.466 casos.

Otro dato revelador que señala el informe es el de las pruebas realizadas en laboratorios forenses relacionadas con fentanilo. En 2004 el número era de 389 casos, para 2017 pasó a 56.530 expedientes.

El fentanilo está considerado por autoridades estadounidenses como un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero con un efecto hasta 100 veces más potente, adictivo y fulminante. Además de tener un efecto más poderoso que otras drogas, los expertos señalan que para los cárteles del narco mexicano es fácil su importación ya que también es un fármaco que se puede importar y recetar de manera legal debido a que se usa para el tratamiento de pacientes con dolores intensos. Pero la irresponsabilidad de las autoridades chinas y la falta de control de los puertos de entrada en México, permiten que se trafiquen cantidades muy superiores a las necesarias para cubrir tratamiento médicos genuinos.

En su modalidad recetada, el fentanilo es conocido como Actiq®, Duragesic® y Sublimaze®.4,5 Los nombres comunes del fentanilo ilegal, de acuerdo con el National Institute on Drug Abuse de Estados Unidos son Apache, China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8, y Tango & Cash.

Según el instituto, al igual que la heroína, la morfina y otros opioides, el fentanilo actúa uniéndose a receptores en distintas áreas del cerebro que controlan el dolor, las emociones y da a los consumidores una sensación de bienestar y euforia.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), los opioides pueden provocar dificultades respiratorias, además de que una sobredosis puede llevar a la muerte. Este opioide se comercializa ilegalmente en forma de píldoras, inyectables o hasta parches.

El bajo precio al que se puede obtener en China multiplica las ganancias para las organizaciones criminales. Datos del gobierno de EEUU señalan que un kilo de “Murder 8” en el país asiático tiene un costo de USD 9.000 pero ya una vez procesado en México en forma de pastillas puede dar a los cárteles ganancias por hasta 1,3 millones de dólares.

Además de importar el fentanilo desde China y recientemente también de India, los cárteles mexicanos compran en estos países maquinaria para el procesamiento de la droga que generalmente venden en forma de pastilla. Un kilo es suficiente para producir 20 millones de pastillas.

En números:

– 3 miligramos alcanzan para una sobredosis letal para el humano.

– 64 muertes por día en EEUU debido al abuso de su consumo.

– 50 veces más tóxico que la heroína.

– 100 veces más potente que la morfina.

– 1 kilogramo de fentanilo puede producir 20 millones de pastillas.

El veneno que llegó de China

En mayo de 2019 el gobierno de Beijing en medio de la presión internacional implementó sanciones a la producción y venta ilegal de fentanilo y sus análogos; sin embargo, una investigación realizada con fuentes públicas identificó el año pasado 64 empresas chinas sospechosas que se dedican a la producción y/o comercio de la sustancia y sus precursores al igual que a la venta de maquinaria. Sus principales clientes son los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México.

Infobae México tuvo acceso exclusivo a una base de datos en la que aparecen el nombre, razón social y datos de contactos de 64 de estas empresas. Al tratar de contactarlas por correo electrónico fue posible constatar que las direcciones son en su mayoría falsas.

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Los correos electrónicos de las empresas involucradas en la investigación fueron desactivados. (Captura de pantalla)

En sus perfiles corporativos se puede apreciar también que la manera en que realizan sus transacciones es poco clara. Algunas concretan sus ventas en internet a través de bitcoin o transferencias vía compañías de envío de divisas.

Las primeras 65 empresas que aparecen en el listado venden “Murder 8” a personas en lo individual y a pequeños grupos, entre quienes están intermediarios de los cárteles mexicanos.

El resto de las empresas en el listado son más estrictas en cuanto a la información que piden a sus compradores: exigen llenar una serie de formularios y responder a cuestionarios, a cambio ofrecen discreción tanto en las operaciones como en el envío de la sustancia, aunque nunca verifican la autenticidad de los documentos enviados.

La maquinaria para procesar el precursor también representa una inversión muy pequeña para los cárteles. Por menos de USD 500 cualquier persona puede comprar una pequeña presa para procesar la droga y convertirla en píldoras. Por el doble de inversión –unos USD 1.000-, es posible adquirir dos pequeñas máquinas para la producción de las pastillas y una cantidad de fentanilo suficiente para iniciar un negocio que terminará con la vida de innumerables víctimas.

“La amplia disponibilidad de maquinaria en internet le permite a ‘criminales principiantes’ hacer millones de dosis que una vez en el mercado pueden tener consecuencias mortales para los proveedores”, indica una alta fuente de Europol, organismo que mira con preocupación lo que sucede en México y Estados Unidos, ya que Europa teme se expanda esta problemática en el viejo continente. La fuente que pidió mantener su identidad en reserva indicó que una cadena de hechos es la que permite que continúe esta práctica ilegal.

La complicidad del gobierno chino sumado a la falta de control y escasos recursos que el gobierno mexicano dedican a este tema generan una oportunidad única para que los cárteles y el crimen organizado aprovechen esta situación y produzcan una de las drogas más letales que están disponibles hoy en día y que afectan a las personas más vulnerables emocionalmente

Infobae México se comunicó en tres oportunidades con la Embajada de China en el país y no obtuvo respuesta a las llamadas ni a los correos electrónicos. Las autoridades diplomáticas mantuvieron silencio y no realizaron comentarios sobre el tema.

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La embajada de China en México no respondió a los llamados ni los correos de Infobae. (Captura de pantalla)

Agentes policiales de organismos internacionales que siguen de cerca estos procedimientos ilegales revelaron estar al tanto de estas maniobras ilícitas y explican que las razones para que no se detengan los envíos son varias. Por un lado, alegan complicidad de ciertas autoridades que desde hace muchos años permiten el ingreso de mercancías ilícitas a través de las aduanas de todo el país. Por otro lado, los oficiales internacionales indican que la falta de preparación del personal de aduanas es otro punto endeble en la política oficial de México para luchar contra el narcotráfico.

Es un tema de capacidad del Estado. Hay un dato demoledor que es la cantidad de contenedores que entran a México por el Pacífico, es impresionante”, señaló a este medio Carlos Rodríguez Ulloa, consultor e investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, A.C. (Casede).

Otros analistas consideran que parte de la responsabilidad de que esta droga llegue a Estados Unidos recae en un primer lugar en el gobierno chino que, pese a estar al tanto de la situación no realiza acciones contundentes, y en un segundo lugar, en las autoridades mexicanas ya que su sector de aduanas no está entrenado para identificar de manera adecuada los precursores químicos ilegales.

Señalan que la legislación vigente tampoco abarca por completo las circunstancias que rodean a este tipo de precursores químicos y muchas veces deja un vacío legal que es aprovechado por estas empresas de origen chino y que terminan en el envío de gigantescas cantidades de precursores químicos para la elaboración de opioides.

El 10 de enero de 2018, México publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo a través del cual se establece “la clasificación y codificación de mercancías y productos cuya importación, exportación, internación o salida está sujeta a regulación sanitaria por parte de la Secretaría de Salud”, entre estas se mencionan el N-fenetil-4-piperidona (NPP) y 4-anilino-N-fenetilpiperidina (ANNPP), substancias consideradas precursores químicos de estupefacientes, como lo son el Fentanilo y substancias análogas, cuya introducción a territorio nacional no era restringida.

La ruta mortal

(Captura de pantalla: Google My Maps)
(Captura de pantalla: Google My Maps)

En septiembre de 2020, el Ministerio de Defensa de México (SEDENA) dio a conocer las cinco rutas por las que el fentanilo llega a Estados Unidos: vía China-Alaska; China-Canadá, China-México; India-México.

En el caso de México, ya sea desde China o India, la droga entra por el Pacífico a los Puertos de Manzanillo, en Colima, y Lázaro Cárdenas, Michoacán, y de ahí se dirige a estados como Baja California, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora desde donde se distribuye al resto del país y se trafica a Estados Unidos en camiones donde las píldoras están escondidas entre estas mercancías o en las llantas de camiones de carga u otro tipo de vehículos.

Su traslado una vez procesado es tan sencillo que cualquier persona que cruce la frontera caminando puede llevar miles de pastillas.

La droga también llega a EEUU a través de los túneles que los cárteles han construido a lo largo de la frontera mexicana por donde al año trafican con millones de dólares en sustancias ilícitas (Mañana segunda parte).

Infobae México pudo comprobar de forma independiente que las siguientes empresas enviaron cargamentos de fentanilo y/o equipamiento para su procesamiento a los cárteles del narcotráfico en México.

(Captura de pantalla)
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Fuente: Infobae