Por Fabián Werner
MONTEVIDEO, 24 nov (Reuters) – La segunda ronda de las elecciones presidenciales en Uruguay presentaban el domingo un panorama mucho más parejo de lo previsto, ya que una hora después del cierre de los colegios electorales aún no se podía anunciar quién será el sucesor del presidente de izquierda Tabaré Vázquez.
Dos de las encuestadoras que realizan estudios a boca de urna daban una ajustada victoria al candidato de centroderecha Luis Lacalle Pou, mientras que una tercera mostraba un triunfo del oficialista Daniel Martínez por un margen inferior al 1%, una situación que podría demorar el resultado final.
Las encuestas previas daban como favorito al opositor Lacalle Pou del Partido Nacional y líder de una alianza de centroderecha de cinco partidos con un 50% de intención de voto, frente a Daniel Martínez, del gobernante Frente Amplio de centroizquierda, con un 44%.
La votación cerró a las 19:30 hora local (2230 GMT) tras una jornada tranquila con una asistencia a las urnas cercana al 90%.
Uruguay seguía expectante los resultados electorales, que definirán si el país da un giro a la centroderecha o continúa el gobierno del Frente Amplio, una coalición de centroizquierda que gobierna desde 2005.
En la primera vuelta del 27 de octubre, el Frente Amplio sacó una leve ventaja frente al Partido Nacional, pero no superó el 50% de los votos necesarios para evitar un balotaje.
Si bien Uruguay presenta uno de los panoramas políticos más estables de la región, su economía muestra señales de estancamiento, con un crecimiento de apenas el 0,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año, impulsado fundamentalmente por la agricultura, informó el Banco Central. En el mismo período, el desempleo fue de 9,2%, levemente por encima del 8,5% del mismo lapso de 2018, mientras la inflación es de un 8,36%, según datos del Instituto Nacional de Estadística de la Presidencia.
(Reporte de Fabián Werner. Editado por Lucila Sigal)