Con el visto bueno del presidente Alberto Fernández y en función de una de las prioridades centrales que se busca imponer desde el Gobierno, el Ministerio de Desarrollo Social ya tiene lista una batería de al menos cinco medidas concretas para desplegar en toda la Argentina para reducir los elevados índices de pobreza.
El ministro Daniel Arroyo diagramó en los últimos días un plan destinado a atender la emergencia social, ofrecer alimentos en zonas de altos índices de malnutrición infantil y programas que apuntan a generar trabajo genuino para miles de jóvenes Ni-Ni, es decir, que no trabajan ni estudian.
“Todos estos planes se empezarán a potenciar progresivamente desde los primeros días de enero y la idea del Presidente es inyectar más fondos en el presupuesto de 2020 de Desarrollo Social”, explicó a Infobae un allegado a Arroyo.
En paralelo al programa que llevará adelante el Consejo contra el Hambre que se lanzó esta semana, las cinco propuestas centrales que desplegará el Ministerio de Desarrollo Social serán las siguientes:
1-La tarjeta alimentaria. Este plan que contempla la entrega de dos millones de tarjetas para unas cuatro millones de personas prevé la asistencia alimentaria para madres con hijos en situación vulnerable. Ya comenzó a funcionar esta semana en Concordia donde estaba previsto entregar 7.100 tarjetas. Se entregaron hasta ahora poco más del 90%. Con este programa que tendrá un presupuesto de $60.000 millones se apunta a que la gente compre verduras, carne, frutas y lácteos. Aunque los beneficiarios pueden comprar los alimentos que prefieran con excepción de bebidas alcohólicas.
Según explicaron a Infobae en el Ministerio de Desarrollo Social, hasta ahora la tarjeta solo se puede pasar por un postnet pero a partir de febrero se va a poder utilizar con el celular (vía una App) y esto va a permitir comprar en ferias y en otros lugares de la economía popular y agricultura familiar.
Los primeros días de enero se conocerá el cronograma de enero y febrero para la entrega en todo el país de las 2 millones de tarjetas alimentarias. La intención del Gobierno es avanzar en una primera instancia en el Conurbano Bonaerense, en Córdoba, en Rosario, en San Miguel de Tucumán. Son los lugares donde hay mayor concentración de población en situación vulnerable. Y para marzo se buscará cubrir el 80 por ciento de la población que necesita el refuerzo alimentario.
2-Créditos no bancarios. Los otorgará el Ministerio de Desarrollo Social y serán para el insumo, herramientas y maquinaria de micoremprendedores.
Los va a llevar adelante la Comisión Nacional de Microcrédito (CONAMI), que funciona desde el 2007. Entre 2007 y 2015 estuvo a cargo de Alberto Gandulfo, que renunció en diciembre de 2015. Ahora Gandulfo volvió a quedar a cargo de esa estructura, que funciona bajo el paraguas del Ministerio de Desarrollo Social.
De esta manera, la CONAMI tendrá el despliegue en todo el país de este programa de créditos a tasas muy bajas pero requerirá de mayor fondeo. Eso se va a lograr vía reasignación de partidas presupuestarias para ampliar los fondos de este plan y tomar programas que están subejecutados.
Los microcréditos (que tendrán tasas del 2 o 3 por ciento) permitirán comprar insumos para producción, herramientas y maquinarias. “La idea es que sirvan para desarrollar proyectos nuevos, ampliar otros, fortalecer otros y ayudar a la vinculación de los planes sociales con empleo formal”, dijo un secretario del área social. Así, la idea de estos créditos que puedan servir para comprar desde azúcar y fruta para hacer dulces hasta para una máquina.
La CONAMI que controlará estos créditos trabaja con organizaciones de microcrédito en todo el país. Se estima que hay relevadas unas 250 organizaciones. Arroyo ya se estuvo reuniendo con varias de ellas en estos días y por medio de la CONAMI se sustentará a las ONG que tienen inserción territorial y los promotores de microcréditos buscarán a quienes los necesitan para desarrollar proyectos o comprar herramientas de trabajo. Hasta ahora esos microcréditos eran de no más de 14.000 pesos. Pero se busca ampliar esa cifra.
Uno de los ejemplos más virtuosos que muestra el Gobierno es un emprendimiento de la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Cuyo que se llama “Manos Del Pueblo”. Esta organización viene tomando créditos no bancarios desde hace años. Y lograron un desarrollo para procesar y envasar tomates. El chef Mauro Colagreco, que fue elegido como el mejor chef del mundo por su restó Mirasur, sólo usa los tomates de ellos para sus platos. La idea es potenciar este tipo de proyectos que, según Arroyo, no tenían tanto impacto o despliegue en el gobierno de Mauricio Macri.
3-Planes sociales-empleo y producción. La idea de esta fase del programa de Desarrollo Social es que el Estado trabaje apuntalando a quienes reciben planes sociales por los cuales realizan algún trabajo para que formalicen su situación. “Eso no significa contratarlos como empleados públicos. Se trata de acompañar el proceso de formalización de esos empleos vía, por ejemplo, microcréditos y capacitación”, aclaró a Infobae un funcionario de Desarrollo Social. Para eso también deben hacer su parte las empresas privadas, porque existen muchas producciones pequeñas que hoy están en condiciones de crecer y otras que podrían hacerlo con acompañamiento del sector privado. Sobre esto habló puntualmente el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA Agustín Salvia con Arroyo y su equipo. “El empleo digno requiere también de salarios dignos”, dijo en su momento Salvia en la primera reunión del Consejo del Hambre.
4-Plan primera infancia. Se trata de seguir adelante con un programa de atención a los lactantes. Este es un programa que la ex ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley venía trabajando y que ahora se quiere reforzar. Es que el Ministerio de Desarrollo Social detectó al menos 1.000 barrios en todo el país con graves problemas de nutrición de los niños de entre 0 y 7 años. Se trataría de un plan complementario a la Tarjeta Alimentaria.
5-Plan para los Ni-Ni. Este programa que Arroyo quiere desarrollar en la Argentina busca incluir a jóvenes que no estudian ni trabajan. Cuando fue vice ministro de Desarrollo Social de Alicia Kirchner, Arroyo había diseñado un programa similar para unos 900.000 jóvenes que no trabajan ni estudian. Cerca de un 30% de estos son pobres estructurales. Para esto se trabajará en una suerte de «esquema de empalme” para que quien cobra un plan y consigue trabajo, pueda mantener ambos por seis meses. Luego, de mantener el trabajo, al año cobraría el 80 por ciento del plan y a los 18 meses el 60 por ciento. Estos datos se están revisando.
En su reciente visita a México para reunirse con el presidente Manuel López Obrador, Alberto Fernández se entusiasmó con el programa «Construyendo el Futuro» que tiene ese país. Se trata de becas en empresas pagadas por el Estado para jóvenes que no estudian ni trabajan.
En México la empresa que sustenta a estos jóvenes funciona como “tutor”. Arroyo quiso implementar algo similar en el 2003 pero Alicia Kirchner nunca estuvo convencida del programa que finalmente se dejó a un lado. En su paso por México Fernández dijo que “durante estos años se pagaron más planes y no se progresó nada. Por lo menos con esto los jóvenes aprenden un oficio y pueden progresar”, destacó al hablar del plan de México para los Ni Ni que aquí buscarán emular en ciertos aspectos.
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