En el medio del anuncio de medidas de emergencia por parte del Gobierno para enfrentar el coronavirus a nivel nacional, la vicepresidenta Cristina Kirchner partió este lunes por la madrugada rumbo a Cuba para visitar nuevamente a su hija Florencia, quien se encuentra realizando un tratamiento médico en esta isla.
Pocas horas después de que el presidente Alberto Fernández informara la suspensión de las clases para todos los niveles educativos y el cierre de las fronteras por un plazo de 15 días para todo aquel extranjero que quiera ingresar al país, la ex jefa de Estado abordó el vuelo CU 361 de la empresa Cubana de Aviación.
La actual titular del Senado despegó a las 02:15 de este lunes desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con destino a La Habana, a donde tiene previsto llegar cerca de las 10:25 tras hacer una breve escala en Cayo Coco.
Por esta razón, Cristina no pudo estar en el encuentro que se llevó a cabo este domingo desde las 17:00 en la residencia de Olivos, donde el mandatario reunió a sus ministros y a un equipo de expertos en la materia para terminar de definir los anuncios que luego hizo en conferencia de prensa.
Tampoco participará de la reunión de Gabinete que se realizará este lunes, tras la cual, según adelantó el propio Alberto Fernández, se podrían tomar más medidas de prevención contra el coronavirus, como la de implementar el trabajo a distancia para todos aquellos empleados del sector privado que puedan cumplir con sus tareas habituales desde sus hogares.
“Estamos analizando la posibilidad de hacer un corte para darle la posibilidad a la gente de quedarse en su casa. Una serie de días donde digamos: ‘Durante este plazo todos se quedan en su casa’. Está avanzado, estamos buscando el momento», explicó el Presidente más temprano.
Por otra parte, las acciones de prevención para combatir el coronavirus en Cuba son más leves que en el resto del mundo: con solo cuatro casos confirmados -tres turistas italianos y un ciudadano local- y 90 extranjeros aislados, las autoridades llevan adelante un refuerzo de los cuidados sanitarios, pero sin cerrar sus fronteras al turismo internacional, una de sus principales fuentes de ingreso, ni suspender el curso escolar, como sí ocurrió en la Argentina.
La vicepresidenta volvería al país el próximo 22 de marzo, cuando todavía estará vigente la prohibición de ingreso de extranjeros y los aeropuertos estarían recibiendo solamente a los argentinos que serán repatriados.
Al igual que lo hizo en ocasiones similares, Cristina solicitó un permiso a la Justicia para viajar a visitar a su hija, que aún permanece internada y haciendo un tratamiento médico como consecuencia de un estrés postraumático y un linfedema en las piernas. La presentación se hizo ante el Tribunal Oral Federal 2, que tiene en sus manos la realización del juicio oral por la obra pública.
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