Luego de una jornada donde se disparó a sus niveles más altos desde 2005, el Riesgo País volvió a arrancar la jornada en alza. El indicador alcanzaba durante las primeras horas de la mañana los 3.539 puntos básicos, unos 72 puntos por encima del cierre del lunes.
Medido por el banco JP Morgan, el indicador cerró 2019 a un nivel de 1.770 puntos y alcanzó un nivel de casi 2.600 puntos en septiembre pasado, pero no mostraba estos niveles por encima de los 3.000 puntos desde junio de 2005.
El indicador cerró 2019 a un nivel de 1.770 puntos y alcanzó un nivel de casi 2.600 puntos en septiembre pasado, pero no mostraba estos niveles por encima de los 3.000 puntos desde junio de 2005
El Riesgo País de Argentina subió fuertemente el lunes, impulsado por el temor a una recesión global por causa del coronavirus, luego de que la Reserva Federal de los Estados Unidos aplicara un nuevo recorte de tasas de interés como medida de emergencia.
Los bancos centrales en Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda anunciaron medidas coordinadas de alivio, algo que no se veía desde la crisis financiera de 2008, pero, sin embargo, no lograron generar la confianza de los inversores.
“Muchos de los fondos tenedores de bonos argentinos que mantenían una posición constructiva comenzaron a ver un retiro inédito en sus fondos por parte de los cuotapartistas”, estimó la consultora Delphos Investment.
Los bonos argentinos acumularon fuertes caídas a lo largo del mes, en gran parte acompañando el contexto internacional, aunque también reflejando la incertidumbre respecto a la reestructuración de la deuda, a la espera de la primera oferta oficial. “Creemos que parte de la caída refleja la percepción por parte de los inversores de una menor probabilidad de que el Gobierno logre un acuerdo con los acreedores. Cabe destacar que esta mayor probabilidad lleva a que las diferentes características de cada bono, por ejemplo, vencimiento, cupón, se vuelvan menos relevantes, ya que ante un escenario de default todos los títulos valen lo mismo”, señalaron desde Balanz.
Muchos de los fondos tenedores de bonos argentinos que mantenían una posición constructiva comenzaron a ver un retiro inédito por parte de los cuotapartistas
“El adverso ambiente externo se combina con una frágil economía doméstica, al tener escasas herramientas para amortiguar el impacto económico del coronavirus, y que además enfrenta un complejo proceso de reestructuración de deuda”, dijo Gustavo Ber, economista de la consultora Estudio Ber.
La preocupación es que el fuerte castigo en las paridades de los bonos sigue elevando el riesgo de ingreso de peligrosos fondos buitre. El Gobierno busca un acuerdo con tenedores de bonos para reestructurar deuda soberana por casi USD 70.000 millones antes de fin de mes.
“Es probable que sigamos teniendo correcciones en los precios de los activos y también mucha volatilidad, siguiendo la evolución de la pandemia tanto en Argentina como en el mundo, y no menos importante, a la espera de novedades sobre la reestructuración de la deuda”, señaló en un informe la consultora Portfolio Personal Inversiones.
La Bolsa porteña también acusó fuertes bajas: el índice bursátil S&P Merval cayó un 9,67%. Las acciones de la petrolera estatal YPF se destacaron con una caída del 11,75%.
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