Gustavo Beliz estuvo muchísimos años exiliado de la política y no tenía intenciones de regresar a la función pública. Pero Alberto Fernández lo convocó a su gobierno, y Beliz decidió acompañar a su amigo de toda la vida. El jefe de Estado conoce la mirada institucional del silencioso secretario de Asuntos Estratégicos y le propuso un desafío que siempre fracaso en la Argentina: crear un Consejo Económico y Social que haga abstracción de la coyuntura y establezca una hoja de ruta fundacional para las próximas tres décadas.
Béliz le dijo que sí, y mañana en el CCK será presentado como el presidente del Consejo Económico y Social, un foro de debate y reflexión que intentará aportar respuestas sólidas a un escenario local y doméstico que tiene infinitos interrogantes causados por el COVID-19.
El Consejo estará integrado por 30 miembros -cuyos nombres se guardarán hasta mañana como un secreto de Estado- y su función será articular una agenda institucional que supere la coyuntura y establezca una hoja de ruta para los próximos 30 años. Esa agenda contemplará cinco áreas de estudio que se desplegarán en 30 mesas de trabajo:
1. Productividad e Integración social.
2. Medio Ambiente y Cambio climático.
3. Futuro del trabajo.
4. Seguridad alimentaria y cuidados.
5. Democracia innovadora.
“No es una bala de plata. Es cultural. Es un proceso que se hace de a poco. Como se cultiva la tierra”, explica Beliz en la Casa Rosada cuando le preguntan por el sentido político del Consejo Económico y Social.
El titular del Consejo sabe de la premura y la velocidad que impregna la agenda cotidiana de Balcarce 50, y no duda en citar a Nelson Mandela cuando enfrenta ciertas miradas escépticas que dudan de la decisión presidencial de crear un foro de debate que escape a la coyuntura de la crisis económica y la disputa política.
“Siempre es oportuno la posibilidad de hacer bien las cosas”, replica Beliz volviendo a citar a Mandela cuando le restan valor al papel institucional que el Consejo Económico y Social puede jugar en la construcción del futuro de la Argentina.
Alberto Fernández firmará hoy el decreto creando el Consejo Económico y Social y tiene previsto enviar al Congreso un proyecto de ley para fortalecer su permanencia en el tiempo y rango institucional. En los fundamentos del decreto se explicitará su papel en el sistema democrático y hará alusión a su rol transversal en la sociedad civil, en los ministerios y en relación con los organismos multilaterales.
Beliz imagina al Consejo deliberando con tiempo para producir informes profundos que sirvan a la agenda presidencial, al desarrollo de las provincias y a mejorar los vínculos institucionales con el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Desde esta perspectiva, el titular del Consejo considera una prioridad atar las iniciativas del Consejo con los créditos multilaterales que le corresponden al país.
“No es que el Consejo va a determinar cómo se usarán esos fondos. La idea es recomendar el uso de esos créditos, pensando en el futuro y en el desarrollo del país”, sostiene Beliz en la Casa Rosada.
La primera jornada de trabajo de la Comisión ocurrirá mañana antes de la presentación oficial a cargo de Alberto Fernández. Los 30 miembros, el Presidente, Beliz, los gobernadores y los integrantes del Gabinete se verán las caras en el CCK con la intención de poner en marcha una iniciativa que intentará escapar a la coyuntura y proponer una agenda de trabajo que permita superar con éxito los efectos estructurales causados por años de diferencias ideológicas.
“Queremos cambiar la cultura política de la Argentina. Ese es el objetivo”, contesta Beliz con una sonrisa cómplice cuando le preguntan a solas porqué dejó la rutina de Washington para liderar un desafío gigantesco con final abierto.