En su tercer partido en la Copa América de Brasil la selección argentina se puso en ventaja contra Paraguay con el gol de Alejandro “Papu” Gómez y podría haber ampliado su ventaja con un segundo tanto que el árbitro anuló por fuera de juego.
Fue a los 45 minutos del primer tiempo cuando vino un centro por la izquierda, Lionel Messi no llegó a conectar y uno de los defensores paraguayos la metió en contra. Pero el árbitro interpretó en un principio que Messi interfirió en la visión del arquero, pero esto no ocurrió porque el arquero rechazó claramente sin que su posición (la de Messi) lo obstaculizara, ya que la pelota estuvo siempre adelante del jugador.
Messi nunca quiso participar y se apartó para que el balón pasara, tampoco impactó en el arquero ni en su visión. Es una mala conceptualización pensar que Messi, en esa posición, obtuvo un beneficio porque no interfirió en el jugador rival.
El juez Jesús Valenzuela sustentó su decisión en el nacimiento de la jugada, donde entendió que hubo un fuera de juego desde el tiro libre ejecutado por Ángel Di María. En la captura de la imagen se advirtió con la línea azul donde indicó la posición del defensor paraguayo.
El partido jugado en Brasilia entre la Argentina y Paraguay corresponde a la tercera fecha del Grupo A del certamen.
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