Aproximadamente 10 días atrás, cuando la ex presidente hacía un alegato político para defenderse por una cuestión jurídica, como es el memorándum con Irán, sorprendió cuando afirmó que no es cierto que la Argentina no crece desde hace 10 años. Específicamente, Cristina Fernández de Kirchner dijo: “Es un mito que la Argentina no crece hace 10 años”, y, como es su costumbre, utilizó las estadísticas a su antojo para sostener su relato.
La realidad es que los datos son tan elocuentes que los dichos de la vicepresidente son una mentira lisa y llana o una total ignorancia en temas económicos. Por empezar, en su segundo mandato presidencial el PBI cayó 1% en 2012, subió 2,4% en 2013, volvió a disminuir 2,5% en 2014 y aumentó el 2,7% en 2015. Fue un sube y baja continuo. Y si se toma el resultado punta contra punta, es decir de todo su segundo mandato, el PBI aumentó 1,5%. Tomando los datos oficiales a pesos constantes de 2004, el PBI pasó de $710.782 millones a fines de 2011 a $721.487 millones cuatro años después.
Tomando los datos oficiales a pesos constantes de 2004, el PBI pasó de $710.782 millones a fines de 2011 a $721.487 millones cuatro años después
El primer dato a considerar es que durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, cuando ya el “viento de cola” del mundo no soplaba con tanta fuerza y se había agotado por el nivel de gasto público al que había llegado la economía, la actividad agregada creció a una magra tasa del 0,37% acumulativa por año.
Pero el PBI por habitante, por el contrario, cayó porque en esos cuatro años la población, de acuerdo con estimaciones del Indec, aumentó 4,5%, a un ritmo de 1,11% acumulativo por año.
El gráfico, en base a datos del Indec, es lo suficientemente elocuente como para ver que no solo durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Fernández la economía no creció, sino que, además, hace 10 años que el PBI no crece y el primer año de gestión de Alberto Fernández produjo una fenomenal depresión no sólo por los efectos contractivos que generaron las medidas de aislamiento social preventivo por la pandemia, sino también por su mal manejo, y la ausencia de un plan económico por considerarlo “no necesario”.
Pero por si el gráfico 1 no le convence a la vicepresidente, el gráfico 2 muestra la evolución mensual de la serie desestacionalizada del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec, donde puede verse una curva plana con tendencia a la baja, la cual se extendió a los primeros meses del corriente año.
No solo la economía no crece hace 10 años, de los cuales el 60% de ese tiempo correspondió a gobiernos kirchneristas, sino que, además, todavía sueña con que la emisión monetaria no genera inflación y que es posible reactivar la economía poniéndole plata en el bolsillo a la gente para que consuma.
No solo la economía no crece hace 10 años, de los cuales el 60% de ese tiempo correspondió a gobiernos kirchneristas, sino que, además, todavía sueña con que la emisión monetaria no genera inflación
En esa década la base monetaria aumentó 820% y no movió el amperímetro de la actividad económica, por el contrario, acumuló más inflación: 1.327%, a un ritmo promedio acumulativo por año de 30,5 por ciento.
Es más, tomando la inflación Congreso para el período en que el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno intervino de hecho el Indec, la ex presidente no pudo perforar el piso de inflación del 25% por año, con picos que sobrepasaron 40%, aún con tarifas de los servicios públicos atrasadas y con el tipo de cambio “pisado”.
Cabe recordar que a poco de asumir la segunda presidencia, Cristina Fernández de Kirchner y su entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, establecieron el cepo cambiario, el cual se mantuvo hasta que asumió el gobierno de Mauricio Macri.
La economía no crece desde hace 10 años, sino que, además, acumula un proceso de estancamiento con inflación
Así que no solo la economía no crece desde hace 10 años, sino que, además, acumula un proceso de estancamiento con inflación. En otras palabras, la vicepresidente parece desconocer que la economía no solo no crece, sino que, para peor, la Argentina tiene una de las inflaciones más altas del mundo. Y, como frutilla del postre, tampoco parece saber que desde hace diez años el sector privado formal de la economía no crea puestos de trabajo netos.
El gráfico, en base a datos del Ministerio de Trabajo, muestra que a principios de 2012 había 6,1 millones puestos registrados en el sector privado asalariado y en marzo último había 5,9 millones.
En síntesis, el relato de la vicepresidente no coincide con los datos. Que la economía está estancada hace 10 años no es un mito, es una realidad. Además, la inflación se acelera y se mantiene alta desde su gobierno y, como frutilla del postre, aumenta la desocupación.
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