Por Natalia Zinets
KIEV, 16 jun (Reuters) – Ucrania dijo que necesitaba urgentemente más armas para defenderse de los avances rusos en el sur y el este, un llamamiento dirigido a Occidente mientras se espera que los líderes de Alemania, Francia e Italia visiten Kiev el jueves.
Rusia ha centrado la mayor parte de su potencia de fuego en la ciudad oriental de Severodonetsk, al tiempo que intenta consolidar el control sobre el territorio meridional que abarca la estratégica ciudad de Jersón, al norte del mar Negro.
Los soldados ucranianos están luchando para recuperar el terreno en los campos de trigo y en los pueblos vacíos a lo largo de una autopista desierta entre la ciudad de Mikoláiv y Jersón, ocupada por Rusia.
El general de división Dimitro Marchenko, quien dirige las fuerzas ucranianas en Mikoláiv, afirmó que sus tropas podrían lograr la victoria sobre Rusia si se les proporciona el armamento adecuado.
«Está claro que esto no acabará pronto. Pero, por otra parte, si nos dan todas las armas que necesitamos, la contraofensiva bien podría terminar a finales del verano», dijo Marchenko a la emisora respaldada por Estados Unidos Radio Free Europe/Radio Liberty.
Jersón cayó en manos de las fuerzas rusas en marzo, poco después que Moscú la invadiera el 24 de febrero en lo que describe como una «operación militar especial» para desarmar y «desnazificar» Ucrania. Kiev y sus aliados lo califican de pretexto infundado para una guerra que ha matado a miles de personas y desarraigado a millones.
SEVERODONETSK
Tras haber sido expulsadas de las afueras de Kiev en mayo, las tropas rusas han centrado sus esfuerzos en capturar la totalidad del Dombás, una región industrial donde los combates se han centrado en las últimas semanas en Severodonetsk, ahora en gran parte en ruinas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, parece decidido a imponer el control total del Dombás, parte del cual está en manos de los separatistas respaldados por Moscú en las provincias de Luhansk y Donetsk.
Los efectivos ucranianos atrincherados junto a civiles en una planta química de Severodonetsk ignoraron el miércoles un ultimátum ruso para deponer las armas. El alcalde de la ciudad, Oleksandr Stryuk, dice que los militares ucranianos seguían defendiendo la ciudad, aunque todos sus puentes fluviales han sido destruidos.
Ucrania afirma que más de 500 civiles, entre ellos 40 niños, permanecen junto a los soldados en el interior de la fábrica química de Azot, refugiándose de los bombardeos rusos de las últimas semanas. Los separatistas de la zona afirman que puede haber hasta 1.200 civiles dentro.
Rusia dijo que había abierto un corredor humanitario desde Azot el miércoles para permitir a los civiles escapar del territorio que controla. Acusó a las fuerzas ucranianas de interrumpir ese plan y de utilizar a los civiles como escudos humanos, algo que Kiev niega.
«No hay obstáculos para que los civiles salgan, (…) salvo la decisión de principio de las propias autoridades de Kiev», dijo el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado. Reuters no pudo verificar esta afirmación.
Serhi Gaidai, gobernador de la región de Luhansk, dijo que el ejército ucraniano estaba defendiendo Severodonetsk y tratando de impedir que los soldados rusos tomaran su ciudad gemela Lisichansk, en la orilla opuesta del río Síverski Donets.
Reuters no pudo verificar inmediatamente los relatos del campo de batalla.
PAQUETES DE ARMAS
Mandatarios como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, han anunciado en los últimos días nuevos paquetes de armas para Ucrania, tras las peticiones de ayuda de Kiev en los frentes oriental y meridional.
Biden prometió el miércoles una nueva ayuda por valor de 1.000 millones de dólares, que incluye sistemas de cohetes antibuque, cohetes de artillería y cartuchos para obuses.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza estaba «muy centrada en intensificar el apoyo» a Ucrania.
Aunque Ucrania ha acogido con satisfacción las nuevas promesas, afirma que las entregas no son lo suficientemente rápidas.
Las recientes entregas de obuses M777 por parte de Estados Unidos han sido demasiado escasas y Ucrania sigue estando en inferioridad numérica, según fuentes consultadas.
«Sé que lo tenemos. He visto cómo funciona. Pero todavía no hay mucho que funcione», dijo un ingeniero que manejaba una pieza de artillería de diseño soviético escondida bajo un puente al noroeste de Jersón sobre el nuevo equipo occidental.
Es probable que las disposiciones sobre armamento dominen las discusiones durante la visita del viernes a Kiev de los líderes de los tres mayores países de la Unión Europea.
La visita del canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Mario Draghi, ha tardado semanas en organizarse con los tres hombres buscando superar las críticas dentro de Ucrania sobre su respuesta a la guerra. El esperado viaje no ha sido anunciado por razones de seguridad.
En un discurso pronunciado el miércoles en Rumanía, Macron dijo que era el momento de que Europa tranquilizara a Ucrania sobre sus ambiciones de entrar en la UE.
«Estamos en un momento en el que tenemos que enviar señales políticas claras, nosotros los europeos, hacia Ucrania y su pueblo cuando está resistiendo heroicamente», dijo, sin dar detalles.
El viernes, la Comisión Europea debe hacer una recomendación sobre el estatus de Ucrania como candidato a la UE.
A pesar del estado de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos, las dos potencias deben discutir la ampliación del tratado de reducción de armas nucleares START, dijo el jueves el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista con la agencia de noticias RIA.
El asunto es importante para la seguridad mundial y la operación de Rusia en Ucrania no es razón para evitar su discusión, dijo.
(Información adicional de las redacciones de Reuters; escrito por Rami Ayyub; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
