El presidente brasileño Jair Bolsonaro realizó un análisis de los primeros pasos dados por el flamante mandatario argentino Alberto Fernández y concluyó que “el escenario” que se experimenta en el país vecino le “preocupa mucho”. Las sentencias las expresó en una extensa entrevista exclusiva que ofreció a la revista Veja, una de las publicaciones de mayor circulación en Brasil.
“Hice un análisis de la cuestión Argentina”, comenzó su respuesta Bolsonaro cuando fue consultado por los periodistas Policarpo Junior y Marcela Mattos respecto a Fernández. Una de las preocupaciones del brasileño es el giro que ha dado Argentina a partir del cambio de gobierno. “Evo Morales está en Argentina, que limita con Bolivia. Es una pista. Se quedará allí, tratando de desestabilizar”, dijo el jefe de estado.
Bolsonaro fue más allá en su “análisis”. En palabras del líder de la derecha del gigante latinoamericano, Fernández buscaría “políticamente” para influir sobre los jueces. “Ayer llegó la información de que el presidente de la Argentina quiere revisar la legislación, evitar que la Justicia detenga o persiga a alguien, políticamente. Allí, Lula, quien dice entre comillas que es un perseguido político, no sería arrestado. Este escenario nos preocupa mucho”.
Balance de un año en el poder
A un año de su estadía en el Palacio de la Alvorada, Bolsonaro -quien vive rodeado de guardias de seguridad y a pesar de que las instalaciones están vigiladas por oficiales del Ejército- asegura que no se siente totalmente seguro. Según confía, siente que podría ser blanco de un nuevo ataque contra su vida. Y fue más allá: afirmó que un ex asesor suyo podría estar involucrado en el atentado que sufrió el año pasado en plena campaña electoral.
“Contradecimos los intereses de muchas personas”, afirmó Bolsonaro. También reveló a los periodistas de Veja que duerme con una pistola cargada a su alcance. “Y todavía hay otros pequeños aparatos que se guardan«. Sin embargo, asegura que no está paranoico aunque aclara respecto al intento de asesinato: “Hubo una conspiración”.
“Me gustaría caminar por la calle, pero la seguridad no lo permite”, dice. Pero a pesar de estas “quejas”, el presidente brasileño apunta a ser reelecto. Cree que Sergio Moro -su ministro de Justicia- podría ser su futuro compañero de fórmula. Sin embargo aclara que nunca se lo propuso. “Es muy temprano para discutir. Sería un plato inmejorable”.
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