El dictador venezolano Nicolás Maduro apareció este domingo sin previo aviso en La Habana para asistir a la clausura de un foro antiimperialista de solidaridad con Cuba “contra el Neoliberalismo”.
Maduro, cuya visita no fue anunciada y de quien tampoco se conoce cuándo aterrizó a la isla, llegó al Palacio de Convenciones de La Habana acompañado del gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, y del ex mandatario y líder del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro.
Este «Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo» comenzó el viernes con la participación de unos 1.200 representantes de organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda de numerosos países.
Entre los asistentes se encuentran el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves; el ex presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén y el secretario de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), el ex canciller boliviano David Choquehuanca.
Los tres fueron recibidos esta jornada por Miguel Díaz-Canel, según informó en Twitter el perfil oficial de la Presidencia de Cuba.
Maduro tomó la palabra durante el acto de clausura del foro antiimperialista y, entre otras cosas, reiteró su apoyo al presidente Evo Morales ante las denuncias de fraude en las elecciones de Bolivia y condenó la decisión del mandatario Nayib Bukele de expulsar al cuerpo diplomático venezolano en El Salvador. “El indio Evo Morales va a resistir y triunfar esta amenaza fascista”, declaró el líder chavista, y luego calificó a Bukele como un “traidor y pelele del imperialismo”.
Los asistentes a este encuentro aprobaron varios documentos, entre ellos una «Declaración de Solidaridad con Cuba» en la que se exige a Estados Unidos el levantamiento del embargo financiero y la devolución del territorio que ocupa la base de Guantánamo.
El texto también rechazó «las agresiones crecientes del Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados contra el programa de colaboración médica cubana» y pidió «el cese de los programas de subversión y de desestabilización contra Cuba y apoyar el derecho a la libre autodeterminación de este país».
Además, los firmantes se comprometieron a “divulgar la verdad sobre Cuba en medio de calumnias contra los logros de la Revolución” basada en “los principios de la solidaridad, la justicia, social y el internacionalismo” y a «ratificar que Cuba es un país pacífico para los extranjeros y los millones de visitantes que arriban a la Isla.
En el acto que aún se está desarrollando se leyó asimismo un mensaje del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado bajo cargos de corrupción que según La Habana esconden una persecución política.
Con información de EFE
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