La mañana del 30 de diciembre pasado, cerca de las 8:27, un conductor circuló con su Mercedes Benz por la autopista Panamericana, a la altura kilómetro 52, a 161 kilómetros por hora. Un día más tarde, casi a la misma hora, otro conductor pasó por el mismo lugar a todavía más alta velocidad, a 177 km/h.
Ambos vehículos en infracción fueron detectados por los radares del Ramal Pilar de Acceso Oeste, por lo que se les labraron las correspondientes multas, ya que desde el domingo 29 de diciembre último, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) comenzó a sancionar a aquellos autos que superen el límite de velocidad permitido en los accesos Norte y Oeste de la provincia de Buenos Aires.
De acuerdo a la nueva medida, que apunta a reducir los incidentes viales, las sanciones por el exceso de velocidad en estas autopistas que conectan con la ciudad de Buenos Aires parten desde los $ 3.500. En el caso de los recientes infractores, ambos deberán pagar casi $ 10.000, uno de los montos más altos que establece la nueva regulación.
Según registros oficiales, entre enero y noviembre del 2019 fueron 751.937 vehículos los que se excedieron del límite permitido en los accesos Norte y Oeste. Sin embargo, los conductores no pudieron ser notificados, debido a una falta de coordinación entre las multas labradas por cada municipio y la ANSV, que debía validarlas y comprobar la homologación de los radares con los que se las emitían.
En este contexto, la cartera de Transporte nacional y las autoridades de diferentes municipios aledaños a la traza de las autopistas (Campana, Malvinas Argentinas, Pilar, San Isidro, Tigre, Vicente López, Moreno y Luján) iniciaron un trabajo en conjunto para agilizar el sistema de fiscalización. Así, las comunas pusieron a disposición radares móviles, que, en el caso de Panamericana, se sumaron a los ya fijos.
La iniciativa responde a parte del plan implementado, que consiste en incrementar la cantidad de radares capaces de poder detectar las infracciones. Esta medida, explicaron desde el ministerio, es la principal herramienta para disminuir los incidentes viales que son ocasionados por no respetar las velocidades máximas. “El uso de esta tecnología permite poder ampliar el control en todo el territorio”, señalaron.
“Tomamos la decisión de que volvieran a funcionar los controles de velocidad porque estos excesos son una de las principales causas de los siniestros viales”, dijo el ministro de Transporte, Mario Meoni, quien notificó en sus redes sociales los dos casos detectados en Acceso Norte, compartiendo las imágenes de los vehículos infractores.
“Es fundamental tomar conciencia del daño que se produce cuando se conduce con imprudencia, sin respetar las velocidades máximas ni las normas de tránsito”, agregó Meoni.
Los controles de la ANSV en los radares de las rutas nacionales se remiten a las leyes 24.449 y 26.363. Previamente, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) realiza las verificaciones anuales que determinan la vigencia de uso y luego se determina la habilitación para ser utilizados en las jurisdicciones de todo el país.
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